Las compañías o empresas están para ganar dinero. Tener
ingresos y beneficios es su principal preocupación en los tiempos que corren y
ya solo ser rentable es toda una odisea, pero en el sector del lujo, no hay
crisis que valga. Siempre se ha dicho que la crisis es para los pobres y con
noticias como esta, dan la razón a tan desafortunado dicho. Porque ¿qué pasa si
una empresa gana más de lo que tenía pensado? Pues que amplia producción, crea
empleo, siempre dentro de unos márgenes que lo posibiliten.
Pero si eres una empresa destinada a la exclusividad y la
calidad, cuando la demanda por tu producto sube mucho, esa exclusividad se
pierde. Pues eso mismo le está pasando a Porsche, llevan tal récord de ventas
este año que su exclusividad como marca se ha visto amenazada. Porque claro,
¿quién no puede permitirse un Porsche nuevo hoy en día?
Algo parecido anunció Ferrari hace poco tiempo, tal era
la demanda que había por hacerse con un Ferrari, que iban a limitar su
producción seleccionando incluso a los clientes que ellos quieran. Pero con
Porsche es diferente, el 911 sigue siendo su estandarte, pero hace varios años
peligró su continuidad y hasta la propia marca. En esa época de decadencia, el
Grupo Vag se hizo con ella pagando solamente 8400 millones de euros. Calderilla
para lo que es hoy y los beneficios que genera.
Todas las marcas han de renovarse con el tiempo y cambiar
al igual que cambian los gustos del consumidor. Por eso nos llevamos las manos
a la cabeza cuando BMW sacó los M diésel o su anunciada tracción delantera.
Pero en este caso, Porsche se salvó gracias a su visión de un SUV, el Porsche
Cayenne o su impresionante gran berlina, el Porsche Panamera. Son sacrificios
que a los más puristas les cuesta asimilar, pero que con el tiempo se entiende
que sin ellos, no podríamos tener en la actual gama de deportivos, el Boxster,
el Cayman, el tecnológico 918 o el todopoderoso Porsche 911.
Pero el problema que les surge ahora es bien distinto. En
sólo una década han conseguido aumentar sus ventas desde las 71141 unidades en
2003, hasta las 162145 en el pasado 2013. La fuerte demanda mundial esta llevando
a Porsche a conseguir su objetivo de 200000 unidades que tenían pensadas para
2018 en este mismo año. Solo en el primer trimestre consiguieron 935 millones
de dólares en beneficios de explotación y no es para menos. Porsche ha
conseguido por segundo año consecutivo ser los primeros de todo Estados Unidos
en un estudio de calidad en los primeros 90 días de adquisición de un coche.
Además, su planta de producción europea ha sido galardonada como la mejor
planta en calidad de construcción.
Aunque para el CEO de Porsche, Matthias Mueller el mejor
argumento es la satisfacción del cliente, en propias palabras suyas decía que
estos galardones no son más que la confirmación y un incentivo para continuar
ofreciendo la mejor calidad en sus productos.
Porsche es Porsche, su 911 seguirá siendo el deportivo
por excelencia y aunque en verdad pueda parecer que pierden identidad y
exclusividad, a todas las demás marcas les pasa lo mismo, renovarse o morir
como se suele decir. Pero hay que dar gracias al Cayenne, al Panamera o al
esperadísimo Macan, que son los que nos permiten seguir viendo cómo el Porsche
911 o sus primos, el Boxster y el Cayman sacan una sonrisa de satisfacción a
sus orgullosos propietarios.
Fuente – Autonews
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