La
industria de componentes de la automoción crece gracias al coche made in Spain.
Los proveedores españoles de la automoción han encontrado en su propia casa uno
de los pilares para su recuperación, frente a la vía de escape que han supuesto
las exportaciones durante los peores años de la crisis.
El
crecimiento de las ventas en nuestro país y, sobre todo, la gran apuesta de los
grandes fabricantes por producir en España -con la adjudicación de ocho nuevos
modelos tanto de automóviles como de furgonetas y camiones- han convertido el
mercado nacional en un caramelo para la industria de componentes. Si durante
los últimos años, la industria de componentes española, con unos estándares de
calidad demostrada, encontró en el exterior un pequeño colchón frente a la
crisis, en 2013 han cambiado las tornas. El sector facturó el pasado ejercicio
28.019,66 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,11 por ciento.
Pero mientras las exportaciones disminuyeron un 5,3 por ciento, los suministros
a la industria constructora aumentaron nada menos que un 26,76 por ciento , según los datos facilitados por la patronal Sernauto.
La
asociación que agrupa a los fabricantes de componentes y equipos para el
automóvil prevé que este año el crecimiento del sector aumente entre un 9 y un
12 por ciento si se cumplen las estimaciones de los fabricantes agrupados en
Anfac, que estiman que la producción de vehículos crecerá este ejercicio hasta
los 2,4 millones de unidades, 236.000 más que en 2012. La evolución de este
primer cuatrimestre, con un incremento de un 12 por ciento, apuntala una
previsión que los fabricantes de automóviles esperan que llegue a los 3
millones en 2016.
La
apuesta de los grandes fabricantes por producir en España está beneficiando por
varias vías al sector de componentes, ya que al aumento de producción de coches
para surtir al mercado mundial se une el hecho de que la adjudicación de los
nuevos modelos ha supuesto un aumento en la utilización de componentes
españoles para ahorrar costes logísticos, según apuntan desde Anfac. Además, el
crecimiento de la producción de vehículos en España ha incrementado también la
importación de piezas el pasado año, algo que también beneficia a las empresas
españolas de componentes que tienen plantas fuera de España.
Casi
6.000 nuevos empleos
Otro
aspecto que refleja el crecimiento del sector de componentes es el empleo, que
el pasado año se ha incrementado en casi 6.000. La adjudicación de nuevos
modelos está haciendo que algunos de las grandes empresas del sector vuelvan a
poner el foco de su crecimiento en España. Grupo Antolín, uno de los gigantes
del sector, abrirá este verano en Valencia un centro de producción de puertas
para abastecer a Ford, que tiene previstos nuevos productos, después de varios
años en los que la compañía burgalesa ha estado centrado en abrir fábricas por
todo el mundo, la última, la pasada semana en Estados Unidos.
También
la vallisoletana Lingotes Especiales puede beneficiarse de la adjudicación de
modelos que ha hecho Renault a las factorías españolas, que se han llevado el
Plan Industrial del Grupo. La compañía que preside Vicente Garrido Capa, que
exporta el 85 por ciento de su producción de discos, tambores de freno,
volantes de motor y platos de embrague, podría suministrar piezas para uno de
los modelos que la alianza Nissan-Renault fabricará en Palencia.
En
Cataluña, Ficosa, otra de las grandes compañías, ha sufrido durante los últimos
años la crisis del sector aunque su internacionalización le ha permitido
sobrevivir. Ahora, con la llegada de nuevas producciones a las plantas de
automóviles de España, la firma empieza a poder respirar. "Siempre es
bueno que las plantas más cercanas de nuestros clientes tengan un mayor volumen
de negocio. En este sentido, hemos conseguido nuevos proyectos de Ford, PSA y
GM para España, como por ejemplo los retrovisores del Opel Mokka en nuestra planta
de Soria", según señala un portavoz de la compañía.
De
hecho, las cuentas de Ficosa en el mercado nacional están registrando un
aumento que no se producía desde hace años. "En el primer trimestre de
2014, Ficosa está experimentando un crecimiento exponencial en España en torno
a un 30 por ciento, empujado lógicamente por la recuperación del mercado
español y del resto de mercados de Europa que acumulan en el primer trimestre
una subida del 8,1 por ciento respecto al mismo periodo del 2013", indican
las mismas fuentes.
De
cualquier modo, desde la compañía recuerdan que "Ficosa es una empresa
global y, por lo tanto, los fabricantes nos eligen no tanto por la proximidad
sino por los estándares de calidad y competitividad de nuestros
productos". Ficosa exporta en torno al 95 por ciento de los productos que
fabrica en sus plantas españolas.
Con
la crisis ha reestructurado sus centros de producción. "Hemos mejorado la
productividad basándonos en una mejora de nuestra eficiencia interna y, de
manera especial, a través de la concentración de plantas en nuestras
instalaciones de Viladecavalls (Barcelona)", explican. Con este tipo de
medidas, la firma ha logrado "aumentar los márgenes" e incrementar
"desde el 4 por ciento hasta el 4,5 por ciento de nuestro volumen de negocio
la inversión en I+D", concluyen.
En
Aragón, está previsto que la planta de Opel España en Figueruelas (Zaragoza)
alcance este año una producción de 300.000 unidades, según explica Ana Sánchez,
secretaria del comité de empresa de Opel España. "La tendencia es a
aumentar la producción por el incremento de las ventas y la recuperación del
mercado europeo" -explica Sánchez-, que es al que se destinan la mayoría
de los vehículos que se producen en la factoría zaragozana. Además, las
previsiones son favorables con la llegada del nuevo Opel Mokka, que saldrá de
la planta este verano, así como la nueva generación del Opel Corsa en noviembre
de 2014. También se espera repunte en las ventas del Meriva y que se aumente la
producción con la llegada del Citröen C3 Picasso que se hará en Figueruelas fruto
de la alianza entre GM y Peugeot.
Fin
a los ERE
Este
incremento de la producción y la llegada de nuevos vehículos tiene un impacto
positivo en la industria auxiliar. Según el Cluster de la Automoción de Aragón,
se prevé que se generen 500 empleos nuevos. Una cifra que es algo más baja
según las estimaciones de MCA UGT Aragón, que estima entre 250 y 280 puestos de
trabajo en función de las adjudicaciones realizadas, según explica José Juan
Arcéiz, secretario general de MCA-UGT Aragón. No obstante, a esta cifra hay que
añadir el hecho de que los trabajadores afectados por los ERE de suspensión
dejarán de estar en esta situación por la mayor carga de tareas porque las
empresas auxiliares "van a llenar el cien por cien de las líneas de
trabajo".
El
impacto en la industria auxiliar de la automoción en Aragón no viene sólo de la
mano de la planta de Opel España. Hay empresas que también trabajan para otras
marcas. Es el caso de Gestamp y de Flex N Gate. Un impacto que inicialmente se
estima en la generación de 20 puestos de trabajo.
Ampliación
de factorías
En
Galicia, el sector de componentes también se ha preparado el pasado año para
seguir los pasos de PSA- Peugeot, que ha lanzado el nuevo C-4. Así, en 2013, se
llevaron a cabo las ampliaciones de las factorías de Gestamp, Denso, Plastic,
Omniun, y las instalaciones de CTAG.
En
la comunidad valenciana, el sector de la automoción comienza a experimentar
signos de recuperación impulsado por los nuevos modelos de Ford.
Los
modelos adjudicados en los últimos dos años son Kuga y Ford Transit, ya en
producción, y las nuevas generaciones de los tres modelos que Ford fabricaba en
Genk (Bélgica), cuya fábrica decidió cerrar. Son Mondeo, S-Max y Galaxy.
El
Mondeo empezará en septiembre de 2014, y los otros dos, en 2015. A pesar de que
la producción del C-Max y Grand C-Max se trasladó a Alemania para dejar sitio a
los nuevos modelos, ha hecho falta ampliar la planta de montaje de Almussafes.
El
presidente del Cluster de Automoción de la Comunidad Valenciana, Emilio Orta,
afirma que "el sector del automóvil ha salvado a este país gracias la
reindustrialización". "Cuando aquí se desmontó todo, el sector del
automóvil no enloqueció y aguantó la embestida, hasta que en 2012 empezaron a
llegar las adjudicaciones de nuevos modelos que ahora se están
materializando", explica.
No
obstante, Orta opina que no hay que dormirse, "porque las adjudicaciones
de 2012 y 2013 tienen una vida de cuatro o cinco años y hay que empezar a
ponerse las pilas para conseguir que se asignen a España nuevos modelos a
partir de 2015". En este sentido, considera que la industria auxiliar
tiene mucho que aportar "demostrando otra vez que es más competitiva que
la de otros países". Para ello, Orta reclama la reducción de la factura
energética, que supone una pérdida de competitividad de la industria
automovilística española frente a otros países, que según sus cálculos
representa "una desventaja frente a Europa de 10 puntos".
La
recuperación del sector español de automoción también se percibe en los proveedores
en Euskadi, pese a que para este sector el mercado español sólo supone un 15
por ciento de su negocio por su fuerte internacionalización, con 200 plantas
productivas repartidas en otros países.
Pero
el hecho de que los grandes fabricantes estén apostando ahora por sus plantas
españolas ha beneficiado al sector auxiliar vasco. La presentación la semana
pasada de los nuevos modelos que Mercedes-Benz ha empezado a fabricar en
Vitoria, tras invertir 190 millones y crear 400 empleos, ha sido muy bien recibida
por el sector de componentes de automoción en el País Vasco.
Un
ejemplo es Gestamp Vizcaya, filial del grupo Gestamp Automoción, que gracias a
los pedidos que ha recibido para los nuevos modelos de Mercedes, entre 2012 y
2017, tiene previstas inversiones de 60 millones de euros para hacer frente a
los mismos.
Fuente: Eleconomista
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