La
consejera delegada de Arval, Cecilia Boned, afirmó hoy que extender las ayudas
del Plan PIMA Aire a los coches de renting ayudaría a todas aquellas pequeñas y
medianas empresas que, duramente golpeadas por la crisis, pueden encontrar en
esta fórmula de financiación una solución integral de movilidad más rentable
para su negocio que la compra simple y llana de un vehículo.
En
este sentido, la máxima responsable de Arval aclaró que no se trata de poner en
marcha subvenciones para beneficiar a las compañías de renting porque “los
modelos empresariales deben sustentarse por sí mismos”, sino de abrir la puerta
a que el conductor escoja de forma neutral y en igualdad de condiciones cómo
adquirir su coche, poniéndole sobre la mesa el alquiler como alternativa a la
compra directa.
En
opinión de Boned, la incorporación del renting a este tipo de programas
contribuiría a mentalizar a las pymes de las bondades de esta fórmula y
desterrar falsas creencias como la percepción de que es caro; cuando lo cierto
es que favorece el control presupuestario al estar incluidos todos los gastos
del coche en una cuota mensual deducible, permitiéndole volcarse en su
actividad sin preocupaciones relacionadas con el seguro de vehículo, su
reparación, mantenimiento, etc.
Beneficioso
para todos
La
consejera delegada de Arval estima que un apoyo firme de la Administración a la
compra de vehículos de renting resultaría beneficioso para todos; por un lado,
es útil para el mercado ya que contribuiría a impulsar la demanda a través de
un canal que garantiza la renovación temprana del vehículo (cada cuatro años) y
que representa ya el 30% de las matriculaciones de empresa.
Al
mismo tiempo, estas ayudas al conductor mejorarían la calidad del parque
rodante en términos de seguridad y medio ambiente, ya que incentivaría su
rejuvenecimiento con vehículos que se renuevan cada cuatro años y que a lo
largo de su vida han estado bien reparados y mantenidos. En la actualidad, la
antigüedad de los vehículos que circulan por nuestras carreteras roza ya los 10
años.
Asimismo,
un plan de estas características contribuiría a que los más de tres millones de
pymes que actualmente pueden representar ese potencial de clientes se planteen
el alquiler del vehículo como una posibilidad de hacerse con el vehículo y de
disfrutar de una oferta de servicios “más allá del mero coche”. En la
actualidad, las pequeñas y medianas empresas sólo representan un 17% de las
operaciones de financiación por renting, frente a las grandes empresas que
suponen el 60%.
Según
Boned, «en un momento en el que la coyuntura económica sigue constriñendo a las
pymes, el apoyo publico al renting haría posible que estos colectivos de
pequeños empresarios descubrieran nuevas fórmulas para rentabilizar su negocio,
con soluciones abiertas y flexibles donde puedan contar incluso con vehículos
de disponibilidad inmediata, pensados para ellos, para poder coger al vuelo un
trabajo que requiere una respuesta urgente y a la medida de lo que ellos
necesitan, preocupándose sólo de su negocio y de conducir porque todos los
demás servicios se los damos nosotros”.
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