Volvo Cars ha
comenzado oficialmente esta semana la producción en serie del Volvo S60L en la
Fábrica de Chengdu en China. El inicio de la producción es otro hito importante
en el camino de transformación de la Compañía así como en el establecimiento de
China como segundo mercado para Volvo.
El primer coche
en salir de la línea de producción ha sido un Volvo S60L de color Seashell, una
versión larga del S60 destinada especialmente para el mercado chino y que se
presentará en el Salón de Guangzhou el próximo día de noviembre.
Desde el
lanzamiento del Plan de Crecimiento en China en 2011, Volvo ha realizado un
gran progreso en el país y el comienzo de la producción en la Fábrica de
Chengdu es un ejemplo de esta rápida expansión. El crecimiento de su negocio en
China, así como situar a este país en su segundo mercado son aspectos
importantes dentro de su estrategia y su plan de negocio a largo plazo, puesto
que el objetivo es vender 800.000 coches a nivel mundial.
El desarrollo
de las ventas en China ha sido muy fuerte este año, con un incremento de más
del 40% comparado con el año pasado. Esto significa que Volvo está creciendo
mucho más rápido que el mercado en China. Como en otros mercados claves del
mundo, las ventas son impulsadas por los modelos XC60, S60 y V60, mientras que
el V40 también ha sido muy bien recibido por los clientes chinos. Los coches
Volvo se venden actualmente en más de 150 concesionarios en China, frente a los
100 existentes hace un par de años.
La Fábrica de
motores de Zhangjiakou también ha empezado a funcionar este otoño y suministra
los motores a la Fábrica de Chengdu. En total, Volvo Cars tiene actualmente más
de 2.000 empleados en China, la mitad de los cuales trabajan en la sede de
Volvo Cars en Shanghai.
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