TODOMOTOR ha tenido la
oportunidad de testear el JAGUAR F-Type 3.0 V6 Convertible (380 CV). Sin duda
ha sido una experiencia para repetir.
Es todo un placer de conducción
dinámica. Eso lo pudimos comprobar en el momento que recogimos el vehículo en
el concesionario sevillano Classic Cars S.A. en Avda. Fernández Murube, nº 10.
Allí estaba esperándonos José de Paz, para hacernos entrega de la llave
inteligente automática con arranque sin llave. Después de que José e Isabel,
nos hablarán de las características técnicas del vehículo y hacernos entrega de
la documentación pertinente, arrancamos y pusimos rumbo hacia la localidad de
Aracena (Huelva).
Cruzamos Sevilla, por la
SE30 dirección Puente del Alamillo, donde no solo disfrutamos de la conducción
urbana, sino también de las decenas de miradas que conductores y peatones regalaban al JAGUAR F-Type 3.0 a nuestro paso; de ahí, nos dirigimos hacia la autovía Ruta de la Plata, ahí pudimos
comprobar, dentro de los límites de velocidad de la vía, entre 100 y 120 km/h,
las respuestas del vehículo y como nuestro cuerpo se pegaba al confortable
asiento debido a la tracción trasera.
Durante el tramo de autovía
A66 de la Ruta de la Plata, antes de adentrarnos en los kilómetros de curvas
que nos separaban de la localidad de las Grutas de las Maravillas, pudimos
trastear el vehículo, con tranquilidad y sin distraernos de la conducción.
En cuanto acabado
interior, pudimos comprobar la comodidad
del asiento delantero del conductor y
acompañante, con ajuste eléctrico del respaldo, ajuste longitudinal
manual y ajuste eléctrico en altura y de
los dos reposacabezas integrados.
En cuanto a multimedia y
audio, hacer referencia al ordenador de viaje con velocidad media, consumo
medio y autonomía y como no, pudimos comprobar como sonaban los seis altavoces
que nos deleitaban con las canciones que nos acompañaron durante el viaje y que
sintonizamos digitalmente en Equipo de audio con radio AM/FM, reproductor de
CD, RDS, lector de CD para MP3 y incluye DVD (en el salpicadero).
Así, llegamos a la Nacional
433, que entre curvas, cambios de rasantes, pocas rectas y una velocidad máxima de 100
km/horas en pocos tramos afrontamos los 88 kilómetros que separan Sevilla de
Aracena.
Entre arroyuelos, espesura
vegetal a ambos márgenes de la carretera y grandes extensiones de dehesa, donde
pastan toros y vacas en esa depresión montañosa, pudimos sentir el confort que
nos ofrecía el JAGUAR F-Type 3.0.
Agradable clima interior de
unos 24 grados, mientras en un día despejado la temperatura exterior rondaba
los 33 grados centígrados. Destacar la firmeza con la que sujetamos el Volante
multi-función de aleación y cuero ajustable eléctricamente, en altura y en
profundidad y con la que sorteamos curvas a derecha e izquierda y dirigimos uno
de los artefactos más vistosos que hemos podido conducir atravesando
arroyos, como el de la Guacina, el de la Ventilla, Arroyo de la Cañadahondilla,
Fuenteabades, el río Gudiamar nos saludaba desde el margen izquierdo de la
carretera. El Arroyo de Mari Díaz O de la Cepera nos salpicaba la vista. Los Abañales,
nos refrescaba el ambiente montañoso, y que decir del Arroyo de la Jarilla y
tanto otros que nos escoltaban camino de nuestros destino.
Pero antes, tuvimos que atravesar
localidades como El Garrobo, a 45 kilómetros de Sevilla, con una altitud de 275
metros y con alrededor de 800 habitantes; Arroyo de la Plata, pedanía del Castillo
de las Guardas;
Valdeflores, situada a solo
dos kilómetros de la provincia de Huelva. Dejamos la provincia de Sevilla, y
cruzamos el primer pueblo onubense, Higuera de la Sierra, se encuentra a una
altitud de 620 metros. Entre sus fiestas más importantes, se encuentran, La
Cabalgata, la Feria del Cristo y la Romería del Prado, que disfrutan sus cerca de 1500 habitantes y
visitantes; Valdezufre, pedanía del municipio de Aracena, localizado a 7 kilómetros,
donde los alcornoques, la encina, el tomillo y el romero forman parte de su
vegetación. En la fauna, podemos ver jabalí, ciervos, zorros y aves como el
buitre.
Por fin llegamos a Aracena, y nos adentramos con JAGUAR F-Type 3.0 V6,
buscando el Centro Urbano, para estacionar y poder estirar las piernas y conocer más del
lugar:
ARACENA, municipio español de la provincia de Huelva, Andalucía, con una población de 7.812 habitantes con una altitud de 682 metros. La economía y forma de vida existente en Aracena y su comarca, está muy condicionada por formar parte del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Este territorio fue declarado Parque Natural en 19893 y tiene una superficie de 186.827 Ha, repartidas entre 28 municipios de la Sierra de Aracena.
Las mejoras realizadas en
las comunicaciones por carreteras han contribuido a que el municipio haya sido
objeto de un desarrollo residencial remarcable dentro de la comarca de la
Sierra, siendo además un importante centro turístico de la zona, con más de
140.000 visitantes anuales a la Gruta de las Maravillas.4 También es conocido
por el afamado jamón que se produce en la comarca con la denominación de origen
Jamón de Huelva. Cuenta con instituciones culturales como el "Teatro
Sierra de Aracena". Otras instituciones y edificios de importancia son el
palacio de justicia, sede de los juzgados del partido judicial del que es
cabeza, y un museo que tiene dedicado al jamón y al cerdo ibérico.
Al final, no paramos porque
divisamos en lo más alto de Aracena, las Ruinas del castillo e Iglesia Prioral de
Nuestra Señora del Mayor Dolor, y nos acercamos con el vehículo para poder
otear el horizonte y comprobar la limpieza del aire que se deja atrapar desde
lo más alto.
Antes, estacionamos ante la Parroquia
de la Asunción donde, aprovechamos para realizar alguna que otra fotografía, de
ahí, subimos al cielo de Aracena.
A los pocos minutos, y
cuando nos habíamos saciado de tanta
belleza, nos dispusimos a hacer los propio, con nuestro renqueante apetito que
ya nos reclamaba, dada la hora, dar buena cuenta de la buena mesa del lugar.
Dejamos el coche, en la Plaza Marqués de Aracena, y en el Mesón Julián, comprobamos,
que la chacina de la Sierra, no es una leyenda, y que la carrillada, la pluma y
el secreto son una realidad. Así como, su repostería casera que puso el punto
final a una degustación culinaria, que hizo que cargáramos nuestro depósito para retornar de nuevo hacia Sevilla, pero antes un paseo a pie, por las calles
blancas de Aracena, durante veinte minutos, nos distrajo algo de la digestión
de los alimentos de la sierra que habíamos digerido.
Así, volvimos a
introducirnos, en el escandalosamente vistoso
JAGUAR F-Type 3.0 para los lugareños aracenenses, pulsamos el
STAR/STOP, mientras pisábamos el freno, liberamos el modo Parking, ¡ah! aprovechamos la temperatura exterior y
quitamos la capota automática, para poder vivir y sentir las últimas imágenes
de Aracena y sus gentes antes de marcharnos.
Colocamos la marcha atrás,
mientras nos aseguramos con la cámara trasera que podíamos salir sin ningún
problema y recorrimos algunas calles de
lugar, en un último paseo sobre las cuatro ruedas del JAGUAR F-Type 3.0.
Por último nos dirigimos, en
busca de la N 433 que nos llevaría al viaje de vuelta, después de haber
disfrutado de una ruta de ensueño, en un lugar para soñar y con un vehículo,
el JAGUAR F-Type 3.0. que nos hizo sentir con su conducción, vivir una experiencia
que solo puede explicarse si se vive.
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