martes, 6 de agosto de 2013

VENEZUELA, DONDE UN COCHE USADO PUEDE SER HASTA EL DOBLE DE CARO QUE UNO NUEVO


Hay países cuyos mercados del automóvil presentan algunas peculiaridades que llaman la atención: en Singapur, conducir un automóvil cuesta tanto o más que una casa; en Irán, un vehículo puede suponer un precio cuatro veces mayor al que se paga en Occidente; en China, las fuertes restricciones a la compra han disparado los precios y dificultado el acceso de los consumidores a la oferta. Pero el caso de Venezuela es especialmente sorprendente.

Allí, no es extraño que adquirir un coche usado sea más caro que comprar uno nuevo. ¿La causa? Tal y como señala BBC Mundo, esta circunstancia se debe a que en este país, los vehículos apenas pierden valor por el uso, lo cual a su vez se debe a diferentes factores.

En un lugar donde la gasolina es prácticamente regalada y las trabas a la importación son constantes, el mercado está marcado por un gran volumen de demanda, una muy alta inflación y, sobre todo, por la escasez de la oferta. Comprar un coche nuevo es una suerte de odisea, pues, en el mejor de los casos, hay que sufrir infinitas listas de espera que puede superar el año; en algunos casos, ni siquiera eso. Hay demasiada gente queriendo comprar y muy pocos automóviles que adquirir, los concesionarios están vacíos.


De este modo, se ha convertido un negocio habitual comprar un coche nuevo para luego venderlo, a los pocos días, por un precio que puede llegar incluso a duplicar el del valor de adquisición. En la mayoría de casos, no es necesario siquiera que se anuncien, los vehículos se venden como rosquillas, lo que ha llevado al mercado de 'usados' a caracterizarse por una marcada inflación.

Coches chinos e iraníes, una solución
Por ello, comprar un coche nuevo pasa a ser la opción para quienes no tienen dinero para permitirse acceder a un vehículo de forma directa y sin esperas: adquirir por ejemplo un Toyota, marca líder a nivel mundial, supone tener que esperar al menos dos años hasta que llegue los concesionarios locales. Aguardar durante meses y meses para que llegue el automóvil elegido de fábrica es para quienes no tienen presupuesto para hacerse con uno de forma inmediata. Así es cómo se dispara el valor de los coches de segunda mano, donde cada vez hay también una menor oferta.

Desde 2007, las ventas de coches en Venezuela se han desplomado más de un 75% desde las 500.000 unidades vendidas aquel año hasta las apenas 120.000 registradas en 2012. La mayor caída anual, del 46%, tuvo lugar en 2009, a partir de la cual todo lo que venden las marcas son productos ensamblados, toda vez que no consiguen acceder a licencias para la importación, quejándose de que el gobierno no entrega divisas suficientes para poder importar las piezas destinadas al montaje.


La Administración de Nicolás Maduro, en cambio, culpa a la especulación de concesionarios e importadores y, para tratar de solucionar el problema, impulsa el control de precios por ley. Sí pone más facilidades, sin embargo, a fabricantes chinos e iraníes. El ministro de Industrias Ricardo Meléndez ha anunciado que la banca pública atenderá 3.000 solicitudes de crédito a la semana para la adquisición de un modelo de la marca china Chery o de la iraní Venirauto.

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