La seguridad en la conducción depende principalmente
de cada uno. Si tú como conductor cumples con tu parte, el riesgo a tener
accidentes será mucho menor.
Te contamos 4 pautas importantes que debemos seguir
antes de arrancar el motor:
Regula el asiento: cada persona es diferente. Coloca
el asiento a la distancia adecuada para que tu conducción sea cómoda y
efectiva. No alejes demasiado el asiento del volante y los pedales. Tus piernas
deben quedar levemente flexionadas, tus pies tienen que posarse en el suelo con
comodidad para poder pisar los pedales con
firmeza y rapidez, y tus brazos deben tener acceso fácil a los mandos. La
inclinación del asiento no tiene que ser demasiada. Debe permitir moverte con
soltura pero sin separar la espalda del asiento.
Regula el reposacabezas: el "reposacabezas"
no está de adorno en nuestro coche. Es muy importante. Colócalo de tal manera,
que al echar la cabeza hacia atrás la parte más saliente del mismo quede a la
altura de nuestras ojeras, a unos 7 cm más o menos, y que la parte superior no
sobrepase la altura de nuestra cabeza. Nos protegerá en un accidente,
disminuyendo el efecto "latigazo".
Abróchate el cinturón: el cinturón nos protege de los
accidentes. Evita que nuestro cuerpo salga despedido hacia delante por la
fuerza de la inercia. Colócalo de tal manera que no esté excesivamente tenso,
que quede por debajo de nuestro cuello, y bien ajustado a la zona de la pelvis.
Regula los espejos retrovisores: los espejos
retrovisores sirven para tener visión de los laterales y la parte trasera.
Deben permitirte ver lo máximo posible y evitar los ángulos muertos. Busca la
mayor visibilidad posible.
Hemos querido mostrarte 4 pautas muy básicas que a
buen seguro te ayudarán. Pero lo más importante de todo, conduce con prudencia
y mantén tu vehículo a punto.
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