.- Audi apuesta por la
conducción pilotada en atascos y para maniobras de aparcamiento.
.- Primer sistema de sonido
3D para automóvil del mundo, presentado en el prototipo técnico Audi Q7 sound
concept.
.- Nueva tecnología Audi
virtual cockpit que permite al conductor personalizar la instrumentación del
vehículo.
Audi presenta tecnologías de hoy y soluciones para el mañana en la Feria de
Electrónica de Consumo (CES) que bajo el lema "Tendencias electrónicas de
la próxima década" tiene lugar entre el 8 y el 11 de enero de 2013 en Las
Vegas. Las novedades de Audi en la CES se centran en la interconexión del
automóvil con su entorno, la futura conducción pilotada, la comunicación móvil,
nuevos sistemas de iluminación, pantallas de información configurables y
tecnología de sonido 3D.
Ya hoy en día Audi presenta
una amplia oferta de sistemas de asistencia que se encuentran estrechamente
interconectados, y que convierten la conducción en una experiencia más cómoda y
segura. Los sistemas del mañana serán aún más inteligentes, ya que quitan facilitarán
el trabajo al conductor sólo cuando éste lo desee. Para Audi, el siguiente paso
es la conducción pilotada, que consiste en crear sistemas que puedan encargarse
de la totalidad de la conducción durante un lapso de tiempo limitado.
Conducción pilotada
La conducción pilotada será
una realidad ya en esta década; Audi muestra en la CES cómo se vivirá una
situación de atasco en el futuro. En tráfico denso y lento a una velocidad
inferior a los 60 km/h, la conducción pilotada de Audi ayuda al conductor, dentro
de unos determinados límites, a realizar las maniobras de giro, y además, el
vehículo acelera y frena de forma autónoma. El sistema de Audi para la
conducción pilotada en atascos analiza permanentemente la velocidad del propio
vehículo y la de los vehículos de alrededor. Se basa en el Audi adaptive cruise
control con función Stop & Go, ampliado con dos sensores de radar que
registran la zona delantera del vehículo, cubriendo un campo angular de unos 35
grados y una distancia de hasta 250 metros. Una cámara de vídeo con un amplio
ángulo de apertura observa las líneas de la calzada; además, es capaz de
identificar objetos como peatones, otros vehículos y guardarraíles. Ocho
sensores de ultrasonidos supervisan las zonas situadas directamente delante del
vehículo y en sus esquinas. Adicionalmente se utiliza un escáner láser que
proporciona detalles de gran precisión en un ángulo de unos 140 grados y a una
distancia de hasta 80 metros delante del frontal del vehículo.
Con ayuda de la conducción
pilotada, el vehículo también se hará cargo en el futuro de las maniobras para
aparcar y desaparcar, por ejemplo en plazas de aparcamiento estrechas en la
calle, en el garaje o incluso en parkings. Bajo la supervisión del conductor,
el vehículo se sirve del sistema de sensores para realizar las maniobras de
giro e introducirse por sí solo en el hueco o en el garaje. Una vez ha
alcanzado la posición final, apaga el motor, desactiva el encendido y bloquea
las puertas. Por último, envía un mensaje de confirmación al conductor.
En una versión más
sofisticada, los vehículos de Audi podrán aparcar y desaparcar de forma
autónoma en parkings o aparcamientos subterráneos con una aplicación para
smartphone. El ordenador central en el parking dirige al vehículo vía WLAN
hasta la plaza de aparcamiento libre. El movimiento del vehículo es registrado
mediante un sistema de sensores láser externo, y es transformado por el
ordenador del parking en una localización junto con otros datos de movimiento.
Las informaciones de la ruta transitable se transfieren al vehículo, que además
supervisa su entorno con ayuda de doce sensores de ultrasonidos. En el futuro
se incorporarán al vehículo con este mismo objetivo otras cuatro cámaras de
vídeo. En la actualidad Audi está equipando un parking de Ingolstadt con este
tipo de tecnología.
Audi connect, el estándar de
telefonía LTE y la comunicación car-to-X
Con los servicios y
tecnologías de Audi connect, Internet llega al automóvil y el automóvil a
Internet. La nueva tecnología aporta al cliente un mayor confort y más placer
de conducción. La comunicación con la World Wide Web se llevará a cabo en breve
con el nuevo estándar de telefonía móvil Long Term Evolution (LTE), que permite
el rápido intercambio de grandes cantidades de datos.
Para un futuro inmediato
Audi apuesta por este estándar de telefonía móvil de cuarta generación LTE. La
nueva red permite una transferencia de datos de hasta 150 MBit/s en bajada
(frente a los 28,8 Mbit por segundo de la telefonía móvil de tercera generación
3G) y tiempos de respuesta mucho más cortos. En diversos países de Europa, así
como en EE. UU., existen ya redes comerciales, y en Alemania el estándar LTE
está ya activo en algunas grandes ciudades y en muchas zonas rurales.
La tecnología LTE permite el
intercambio de grandes cantidades de datos, como música o vídeos en calidad HD,
y supondrá un decisivo impulso para el desarrollo de los "datos en la
nube". Los pasajeros pueden ejecutar varias aplicaciones simultáneamente
en sus terminales móviles o consultar sus archivos de imagen, sonido o video
conectados al vehículo a través del hotspot WLAN.
Audi aspira a ser el primer
fabricante de automóviles en integrar plenamente el nuevo estándar en el
automóvil. La tecnología LTE se irá introduciendo en la gama de modelos ya a lo
largo de este año.
La comunicación car-to-X,
otro importante aspecto de Audi connect, ofrece infinidad de posibilidades para
hacer que la conducción sea más segura, más relajada y más económica. Los
automóviles que están interconectados pueden advertirse mutuamente de riesgos
tales como hielo en la carretera o coches que circulan en sentido transversal
en cruces. La comunicación con los semáforos, por su parte, permite un óptimo
uso de la onda verde.
Además, la comunicación
car-to-X dispone de un enorme potencial para la difusión en tiempo real de la
información sobre el tráfico. Para la puesta en marcha de la tecnología
car-to-X, en cuyo fomento Audi participa, se siguen dos vías tecnológicas
diferentes. Por un lado se utiliza la red de telefonía móvil para enviar los
datos del vehículo de forma anónima a un back-end central. Una vez allí, los
datos se procesan por separado y el resultado se envía a los diferentes
vehículos.
Por otro lado se produce una
transferencia de datos directa de un vehículo a otro vía WLAN automotriz, una
variante WLAN especial utilizada por todos los fabricantes. También es posible
la comunicación directa con la infraestructura, como por ejemplo los semáforos.
La nueva tecnología permite una forma de inteligencia de enjambre. Es decir,
los vehículos y la infraestructura crean una red de un modo rápido, espontáneo
y descentralizado.
Manejo e indicación: el Audi
virtual cockpit y los displays 3D
Audi trabaja a toda marcha
en el desarrollo de nuevos conceptos de manejo e indicación. Uno de ellos es el
Audi virtual cockpit, un cuadro de instrumentos de libre configuración en el
que el conductor puede cambiar los indicadores virtuales a su agrado. A simple
vista apenas se diferencian de los instrumentos físicos, pero ofrecen una
flexibilidad mucho mayor.
A la hora de distribuir y
presentar los contenidos, la indicación digital ofrece la máxima flexibilidad.
Dependiendo de lo que prefiera el conductor, el centro de atención reside, por
ejemplo, en el óptimo manejo del sistema, en la mejor orientación posible a lo
largo de la ruta, la indicación aclaratoria de los sistemas de asistencia
activos o, si por ejemplo se conduce de un modo deportivo, la legibilidad de
los instrumentos.
La pantalla del Audi virtual
cockpit, cuyo tamaño y silueta se basan en la forma del actual cuadro de
instrumentos, se ha construido en tecnología TFT. Con su alta resolución,
presenta todos los contenidos de un modo sorprendentemente nítido, brillante y
rico en contrastes. Los efectos de animación, espejo y luz, caracterizados por
su gran calidad, completan su imagen de vanguardia. En segundo plano trabaja un
rápido procesador gráfico de la serie Tegra de Nvidia.
La lógica de manejo básica
de Audi está también presente en la nueva tecnología: todas las indicaciones y
menús se han estructurado de un modo estrictamente lógico y fácil de utilizar.
Audi adaptará la superficie gráfica del instrumento digital (skin) al carácter
de sus futuros modelos; en un deportivo será dinámica, mientras que en una gran
berlina resultará más bien serena. A lo largo de los años los clientes de Audi
podrán ir utilizando los nuevos diseños y funciones.
Por su parte, los displays
sorprenden ya en los vehículos de serie de Audi por su brillante presentación.
En la CES Audi presenta una nueva variante: los displays en tecnología 3D. Un
campo de pequeñas lentes ópticas en la pantalla fractura las imágenes en
diferentes direcciones, para el ojo izquierdo y para el derecho. De este modo,
el observador percibe una sensación espacial para la que no se requieren gafas
3D.
Audi ofrece los displays 3D
en diferentes versiones. La primera de ellas, realizada en la denominada
tecnología "2 View", integra una pequeña cámara que sigue el
movimiento de los ojos del observador. Basándose en los datos de dicha cámara,
un software calcula la salida de imagen de tal modo que el observador siempre
ve en la pantalla de 11,6 pulgadas una imagen 3D perfecta.
El segundo display, también
con una diagonal de 11,6 pulgadas en resolución 3D, utiliza la nueva tecnología
multi view. Permite la visión espacial desde diferentes ángulos visuales, es
decir, que varias personas pueden utilizarla simultáneamente. Tras una compleja
operación de cálculo, el contenido de la imagen se emite desde 28 puntos de
vista diferentes.
Audi Q7 sound concept: el
sonido 3D
Con la ampliación de la
reproducción musical en la tercera dimensión, Audi pretende dar ahora otro gran
paso hacia delante en lo que respecta a los equipos de sonido en el automóvil.
La marca de los cuatro aros se convierte en el primer fabricante del mundo en
presentar un sistema de sonido 3D para automóvil, que en la CES puede
experimentarse en un prototipo técnico Audi Q7 denominado "Audi Q7 sound
concept", así como a través de una experiencia de sonido en el stand de
Audi.
Con el sonido estéreo y el
sonido envolvente 5.1, la reproducción musical permanece en un nivel en el que
ignora la información de la tercera dimensión que contienen las grabaciones
musicales. En los conciertos, las ondas acústicas se reflejan en el suelo y en
el techo, y se utilizan altavoces para emitirlas de un modo concreto y parcial
por encima del escenario. A través del sonido 3D, el espacio acústico de la grabación
musical se reproduce de un modo más natural y apasionante que antes. Esto
genera una ligereza y una claridad de la acústica que equivale a la audición
humana.
La nueva tecnología, que
actualmente está empezando a utilizarse en cines y salas de estar, reproduce no
sólo el ya conocido sonido envolvente 5.1, sino también la tercera dimensión,
la altura. Audi la ha desarrollado en colaboración con el Instituto Fraunhofer
para Circuitos Integrados (IIS) de Erlangen para el uso en el habitáculo del vehículo.
Como base se ha tomado el
actual Advanced Sound System del Audi Q7. El prototipo técnico "Audi Q7
sound concept" dispone, sin embargo, de 23 altavoces y más de 1.400 vatios
de potencia. En particular se han integrado cuatro altavoces especiales para el
sonido 3D, entre ellos dos altavoces de agudos situados en la parte superior de
los montantes del techo. Con ayuda de un complejo algoritmo se extraen de las
grabaciones estéreo y 5.1 convencionales las informaciones de la tercera
dimensión, que entonces se procesan para los altavoces de agudos.
El sonido 3D debutará
previsiblemente en un nuevo modelo Audi ya el próximo año.
La tecnología de iluminación
Audi también ostenta un
papel de liderazgo en el campo técnico de la tecnología de iluminación. Con
motivo de la remodelación de su deportivo de alto rendimiento R8, Audi ha
introducido recientemente en la fabricación en serie el intermitente con
indicación dinámica, que enciende los LED de forma secuencial y por bloques en
la dirección de giro, desde el interior hacia el exterior del vehículo. El
siguiente paso será la luz trasera generada por un diodo láser, capaz de
proyectar una línea o un triángulo sobre la carretera, y de hacerse visible en
las partículas de agua suspendidas en la niebla.
Otras tecnologías de
iluminación del mañana son los faros Audi Matrix LED, que dividen la luz LED de
carretera en un gran número de segmentos individuales. Basándose en la
información de una cámara, en los datos del sistema de navegación y en otros
sensores, los diodos serán encendidos, apagados, o atenuados por separado según
sea necesario, y la luz de carretera pivota ya anticipadamente antes de que se
gire el volante para tomar una curva. La nueva tecnología podrá celebrar su
debut en la producción en serie en un futuro próximo.
Para su introducción a más
largo plazo Audi ya ensaya con la tecnología OLED, que al contrario que los LED
actuales, compuestos por cristales semiconductores, utiliza un material
orgánico. Resulta muy indicada para su uso en el interior del vehículo o en las
luces traseras. La luz puede, por ejemplo reaccionar al conductor cuando éste
se dirige a su vehículo, moviéndose con él y mostrándole los principales
contornos del vehículo o la manilla de la puerta. Cuando el conductor entra en
el vehículo se activa una iluminación OLED discreta en el habitáculo.
Otra variante de la
tecnología OLED en la que Audi está trabajando se denomina AMOLED (active
matrix organic light emitting diode) y procede de la electrónica de consumo.
Audi la utiliza, por ejemplo, en el Audi R18 e-tron quattro que se exhibe en la
CES: en el cockpit de este deportivo de alto rendimiento con sistema de
propulsión eléctrico, una unidad compuesta por cámara y monitor sustituye al
retrovisor interior. El sistema ha debutado ya con éxito en la carrera de 24
horas de Le Mans, en los prototipos deportivos de Audi.
El Audi R18 e-tron quattro,
que no dispone de luneta trasera, incorpora en el revestimiento interior del
techo un display AMOLED de alta resolución. Proporciona un área visible de 6,8
pulgadas de diagonal, y cada uno de sus más de 600.000 píxeles se puede activar
por separado. Ofrece un contraste diez veces superior y consume alrededor de un
30% menos de energía que un monitor LCD de características similares; su tiempo
de conmutación es de unos pocos microsegundos, independientemente de la
temperatura ambiental. Incluyendo su sistema mecánico, el display tiene un
grosor de apenas 7 milímetros.
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