domingo, 4 de noviembre de 2012

Desmontando algunos mitos del sector del automóvil a nivel global




El mundo de las cuatro ruedas es uno de los que más mitos y leyendas urbanas levantan a su alrededor. Y no sólo en lo que a su mecánica se refiere, también en todo lo que rodea al sector del automóvil como tal. Pero en los últimos años, una serie de datos y acontecimientos han contribuido a desmontar, precisamente, muchos de estos mitos.
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Hoy, con la ayuda de un artículo de Alex Taylor, editor de la Revista Fortune, repasamos cómo muchas percepciones generales que permanecen en el imaginario colectivo social, acerca del sector del automóvil global, caen por su propio peso con sólo aportar unos pocos datos.

Mito nº1: la crisis se nota primero en las ventas de coches

Durante décadas se ha tendido a pensar que las cifras de compras de coches nuevos constituían el mejor indicativo de la situación económica de un país y de la confianza de sus consumidores: los automóviles son caros y su compra es, por regla general, aplazable. En resumen, al mínimo síntoma de desaceleración económica, las entregas de coches se desplomaban.

Pero, en medio de la vigente crisis económica global, hay un caso que constituye una gran excepción a esa supuesta regla: en Estados Unidos, a pesar del lento crecimiento del PIB, de la alta tasa de desempleo o de la presión fiscal sobre las clases medias, las ventas de coches y camiones no dejan de crecer; en septiembre, crecieron nada menos que un 12,8% y las previsiones apunta a que cerrarán el año en unas 15 millones de unidades. ¿A qué se debe esto?

Según algunos expertos, el sector del automóvil está cada vez más desligado de la coyuntura económica local. La razón se sitúa, según el analista Tom Libby, en factores extraeconómicos que están llevando a muchos fabricantes a crecer en Estados Unidos; como mejor ejemplo, Libby pone el caso del gigante Toyota, con un gran peso en Norteamérica, que se encuentra en plena recuperación de los devastadores efectos del terremoto y del tsunami del año pasado.

Mito nº2: el mundo se está quedando sin petróleo

Llevamos décadas oyendo que el petróleo es un recurso natural limitado que pronto desaparecerá, causando graves deficiencias a nivel energético en todo el mundo. Sin embargo, un reciente informe del Real Instituto de Asuntos Internacionales de Reino Unido afirma que la amenaza del agotamiento del petróleo no es real y que, al contrario de lo que se piensa generalmente, no nos enfrentamos a una cantidad finita de fuel, sino a la necesidad de emplear mayores recursos que permitan acelerar la producción de reservas aún sin explotar.

Lo sorprendente es que, debido a unos precios más altos y a una mejor tecnología, se sigue encontrando más petróleo del que se puede extraer. Bajo esta teoría, las políticas de reducción del consumo de combustible fósil tendrían más implicaciones ecologistas que de carácter logístico.

Mito nº3: los conductores americanos nunca comprarían coches pequeños

Desde hace unos años hasta hoy, el músculo y la fuerza que ha caracterizado tradicionalmente a los coches de los conductores estadounidenses ha ido desapareciendo progresivamente. Factores como el crecimiento del precio de la gasolina o el de los propios vehículos, el tráfico en las ciudades o la dificultad a la hora de encontrar espacio para estacionar han llevado a los consumidores en Estados Unidos a decantarse cada vez más por coches de menor tamaño, en una especie de europeización del automóvil de EEUU. Además, el tamaño va importando menos con el paso del tiempo en tanto que los coches pequeños pueden ir igual de equipados y entregar semejantes prestaciones a otros de mayor tamaño.

Las cifras así demuestran este 'downsizing' de moda en Norteamérica: entre los 20 modelos más vendidos en el mercado estadounidense en septiembre, hasta un total de diez eran coches y crossovers compactos o urbanos; los coches pequeños acapararon en torno a una quinta parte del volumen total de ventas, su mejor resultado en los últimos 20 años.

Mito nº4: las automovilísticas sufren cuando no se abren a nuevos mercados

Con la situación de crisis de demanda y sobrecapacidad productiva por la que atraviesa el mercado europeo, muchos fabricantes han decidido expandirse rápidamente a los países en rápido desarrollo del bloque BRIC (Brasil, Rusia, India y China) para tratar de evitar así las pérdidas generadas en el Viejo Continente.

Sin embargo, hay de nuevo otro caso, también en EEUU, que pone en cuestión que la premisa anterior sea la solución: cabía esperar que Ford, con su lento y tardío desembarco en China, sufriera las desventajas de su fuerte dependencia del mercado estadounidense; y, sin embargo, podría haber salido reforzado de esa situación. Se estima que un porcentaje cercano al 100% de los beneficios de Ford, que ha perdido 1.000 millones de dólares en Europa en el último año, proviene de las ventas en EEUU de su pickup F-150.

Algunos analistas como Adam Jonas, de Morgan Stanley, ven en esta fuerte 'localización' de los beneficios una fortaleza, precisamente por una presunta volatilidad de los mercados en expansión. "Creemos que en los próximos 12 o 24 meses podría no ser el peor momento de tener una baja exposición al mercado chino de automóviles. Aunque no dudamos de que el volumen de su industria seguirá siendo un motor clave del sector automotriz mundial, tenemos nuestras reservas a corto plazo sobre la calidad y la rentabilidad de ese crecimiento".

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