miércoles, 8 de agosto de 2012

YA NO TENDRÁ QUE LAVAR MÁS SU COCHE


 Investigadores de la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Holanda), han desarrollado un recubrimiento que no solamente auto-repara la carrocería, sino que también promete librar a los propietarios de automóviles de la aburrida tarea de lavar el coche.

Los recubrimientos altamente resistentes al agua o antibacterianos no son nada nuevo, pero en el mundo real sus aplicaciones han sido muy limitadas, ya que pueden perder estas propiedades con bastante facilidad. Al parecer esto se debe a que los grupos moleculares de tamaño nanométrico que proporcionan estas propiedades se dañan con facilidad (y de forma irreversible) al contactar con la superficie sobre la que se aplican.

Como siempre, parece que los científicos están deseando que exista un problema para lanzarse a buscar la solución (y menos mal que es así). En este caso es el investigador Esteves Catarina, del departamento de Ingeniería Química y Química de la TU / e, quien junto a algunos colegas afirman haber resuelto este problema.

Han desarrollado unas superficies formadas por una especie de tallos, que se mezclan químicamenta con el recubrimiento. De este modo, cuando la capa superficial externa sufre un rasguño y se separa, estos tallos en la capa inferior se dirigen hacia la nueva superficie para restaurar la carrocería automáticamente.

Los investigadores dicen que esto permitirá crear recubrimientos altamente resistentes al agua, que podrían ser aplicados a los automóviles para que los arañazos superficiales puedan autorepararse y que las gotas de agua saliesen solas del coche.. con toda la suciedad. Esto significaría, que en lugar de ir a un autolavado, para mantener el coche radiante solo necesitarías un poco de lluvia ocasional.

Además de eliminar las clases de kárate del Sr. Miyagi, la tecnología también podría ser utilizada en pantallas de teléfonos móviles, paneles solares o gafas. Incluso en naves espaciales como la que acaba de llegar a Marte o aviones, pues se beneficiarían de menor consumo de combustible debido a que una superficie más limpia proporciona menor resistencia al aire. Hasta los buques podrían emplearla para evitar la acumulación de algas en sus cascos. Y reduciría la frecuencia con que los aviones y los barcos necesitan ser pintados.

Los investigadores señalan que la tecnología sólo funciona con rasguños superficiales, que no penetran por completo el revestimiento. Pero los dueños de los autolavados y los chicos que lavan el coche del vecino para sacarse un dinero extra pueden estar tranquilos por el momento. Esteves y su equipo planean colaborar con otras universidades y socios industriales para desarrollar la tecnología y calculan que los primeros revestimientos puedan estar listos para la producción en un plazo de seis a ocho años. Esperan que los precios sen similares a los revestimientos actuales existentes en el mercado. 

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