QUERIDO REYES MAGOS
Queridos Reyes Magos:
Hace mucho tiempo que no me nace
escribiros, pero dadas las circunstancias, y
como pretendo construir nuevos puentes entre nosotros por lo que tiran los
nietos, he creído conveniente volver al redil.
Hace muchos años que no visito
el departamento comercial de juguetes de Oriente, mis cartas son escuetas y
sencillas, y hasta ahora, solo con salud para todos me conformo. Hace diez años
que me mataron profesionalmente, y he desistido pediros ilusión por algo que he
llevado a cabo durante treinta años, quizá las
empresas de comunicación, las asociaciones periodísticas, y los piojos
resucitados de la profesión no tienen reparo a la hora de aplastarte, solo
porque piensas diferente a ellos, o hayas cumplido las bodas de oro de tu vida.
Aparte de esto, me he dado cuenta con el tiempo
que, efectivamente, LA SALUD es fundamental para vivir, por encima de todo: envidias, ideas políticas, corruptelas y el vil
metal elevado a la máxima potencia del materialismo. Les prometo reflexivamente
que he sido muy feliz con mi profesión pudiendo hacer feliz a los demás, informando
y, sobre todo,
entreteniendo, algo que no podré pagar, aunque
viva más de una vida, y siento que me frenaran en seco, creo que todavía podría
con mi profesión, haber
ayudado a ser feliz a más personas. Pero uno propone y algún desalmado y estómago agradecido dispone.