¡Electrificado! No es ni mucho menos el adjetivo o definición que había pensado dar en una sola palabra a un coche completamente nuevo, pero es la realidad, más allá de lo bonito o práctico que sea, este nuevo Ford, made in Spain, nace completamente electrificado.
A simple vista resulta evidente que nada tiene que ver con el anterior Kuga. Es tan diferente que bien podría haber cambiado de nombre, aunque nos gusta el de Kuga. A simple vista casi parece más un Focus de última generación algo más elevado. La altura no da como para pensar en un Kuga, que era más 4x4, aunque como aquel, también responde a las señas de un SUV, pero en este caso de forma muy inteligente, apostando más por una línea SUV con aspiraciones monovolumen, por el espacio interior y la modularidad. El nuevo Kuga, a nivel de diseño, nos parece un sobresaliente. ¿Por qué? Fácil, porque su nueva imagen de estilo es la misma que tiene el Focus pero respondiendo a todo lo que el gran público desea, una estética SUV y un interior monovolumen: atractivo por fuera, alto para dominar el tráfico y que los riñones no sufran, y espacioso como para cargar lo que sea.