MÁQUINAS DE MATAR
Cada vez que la Dirección
General de Tráfico hace un control semanal en España “damos el cante”, las
cifras cantan por sí solas. Y comprendo que la situación actual no está para
tirar cohetes. Cada día somos más las personas que utilizamos nuestro vehículo,
para trabajar, o por ocio, y por tedio, o porque las cuentas no nos salen,
dejamos siempre para el final el presupuesto que debiéramos asignar para el
vehículo.
A veces, no tiene importancia,
que no reparemos ese arañón que le hicimos y nos hicieron el día que fuimos al
cine, que cambiemos las alfombrillas que ya están agujereadas, o arreglemos la
maquinilla eléctrica del cristal trasero que lleva muchos años pidiendo a gritos
una reparación.