La gama de propulsores de
Volvo se renovará a partir de este otoño. Los motores que reemplazarán a los
actuales pertenecerán a la nueva familia Drive-E que la marca sueca acaba de
anunciar oficialmente. Todos se basarán en un bloque de dos litros y cuatro
cilindros, y tendrán la misión de cumplir el papel tanto de las opciones más
eficientes hasta de los V8 que movían hasta hoy los modelos más potentes.
Para ello se valdrán de
distintos niveles de turboalimentación o incluso de la unión a propulsores
eléctricos. Estos últimos podrán encontrarse tanto delante, gracias al tamaño
compacto del motor, como detrás, con lo que el coche dispondría de tracción a
las cuatro ruedas. La batería iría alojada bajo el centro del vehículo. Irán
unidos bien a una transmisión manual de seis relaciones “mejorada” para obtener
la máxima eficiencia bien a una automática de ocho de nueva factura.