El Gobierno español tiene
virtualmente sobre la mesa una nueva propuesta para renovar el parque
automovilístico y, al mismo tiempo, proporcionar beneficios al conjunto del
sector y de la sociedad: la aplicación de un tipo de IVA reducido, del 10%
frente al 20% actual, para todas aquellas compras de vehículos alternativos,
generalmente coches eléctricos.