Inspirándose en las habilidades de los conductores profesionales de drifting, la investigación busca combinar la tecnología de los vehículos autónomos con algoritmos de inteligencia artificial.
Cada año, los accidentes automovilísticos causan alrededor de 1,25 millones de víctimas mortales en todo el mundo; el objetivo de Toyota es reducir ese número hasta cero.