La
crisis también parece haber ensombrecido un tanto el lujo asiático del Salón de
Qatar. Si el año pasado la novedad fue el que supuestamente iba a ser el coche
más caro del mundo, el Lykan Hypersport, deportivo libanés con el exorbitante
precio de 2,5 millones de euros, en esta cuarta edición la mayor novedad
mundial la ha propuesto Ford introduciendo su berlina Fusion (Modeo en Europa),
de entre 20.000 y 35.000 euros.