La carrocería Targa y el turbocompresor son elementos clave en la historia de Porsche. En sus primeros años, la combinación de ambos se dio en el 911 Turbo Targa de la Serie G, pero nunca en un modelo transaxle (924, 928, 944 y 968). ¿O quizá sí?
Todo parecía tener sentido: la versión Targa del 912 de cuatro cilindros tuvo buena aceptación y más adelante, el 914, otro vehículo de acceso a la familia Porsche, fue diseñado desde el principio como un Targa. Por ello, una versión Targa del nuevo modelo básico 924 parecía ser el siguiente paso lógico.