La longeva colaboración
técnica entre Pirelli y McLaren acaba de cerrar uno de sus capítulos más
desafiantes: el desarrollo de neumáticos para un automóvil único, con un
altísimo rendimiento tanto dentro como fuera del circuito, y con un nombre que
encierra, en sí mismo, una verdadera declaración de intenciones: el McLaren
Senna.