Los fabricantes exploran fórmulas para emitir menos CO2
sin disparar el precio de los vehículos. Sus apuestas: motores más pequeños y
utilización de baterías y gas licuado.
El Salón del Automóvil de Ginebra ha reflejado la
preocupación de los fabricantes de automóviles por la eficiencia energética y
la reducción de emisiones de CO2. Las apuestas de la industria del motor a
corto plazo pasan por tres estrategias, más asequibles para el cliente y cuya
inversión se amortiza en apenas dos años. Por un lado, el Downsizing, que se
traduce en el uso de motores de combustión más pequeños que consumen menos
combustible. En segundo lugar, los vehículos híbridos, con un motor de combustión
y uno eléctrico, y, tercero, la irrupción del GLP (gas licuado de petróleo).