Preocupados como estamos por la garantía de seguridad que nos ofrece un neumático nuevo y con un buen mantenimiento a lo largo del tiempo, sorprende encontrar en la Red las razones para no invertir en gomas nuevas, y las excusas (no puedo llamarlas razones) para meterse en el grisáceo mundo del neumático de segunda mano. Afortunadamente hay más opiniones contrarias a estas compras, principalmente porque cuando los compramos estamos asumiendo unos riesgos ocultos, sí, pero que nos pueden dar un susto.
La situación personal de
cada uno es única, lógicamente, y no nos podemos meter directamente con las
razones económicas de cada núcleo familiar (porque no hay otras) para
decantarse por un neumático usado. Sin embargo, las razones de peso, que son
las de seguridad, nos dicen que sea como sea, hay que “meterse” a calzar
neumático nuevo. Lo barato sale caro, pero cuando se trata de neumáticos y un
posible accidente de tráfico, sale carísimo para nosotros y para los que nos
rodean.