VÁMONOS QUE NOS VAMOS
Que Seat tenga que posponer
la presentación de un nuevo vehículo en el mundo en Cataluña, creo que es un
síntoma de que no se están haciendo bien las cosas en uno de los puntos de
España en los que más he disfrutado a lo largo de mi vida.
No solo los aborígenes, sino
aquellos que tuvieron que emigrar de otras partes de España para poder tirar
para adelante en el aspecto textil o en la fábrica de SEAT Tarragona, en estos
días, están con las carnes abiertas.
Esto es un artículo de
opinión y, desde hace cinco años, nunca he querido insultar vuestra
inteligencia; deseo, por tanto, ser lo más cercano a vuestras circunstancias
diarias.