Buena para el bolsillo en lo que a combustible se refiere, puede acarrear importante problemas mecánicos con el paso del tiempo
LAVOZDIGITAL.ES/J. L. ÁLVAREZ
La conducción
eficiente puede ser un ahorro para el bolsillo, pero, a la larga, dará
problemas mecánicos muchos más caro que ese supuesto beneficio económico
obtenido por visitar menos las estaciones de servicio. Tocar el freno de forma
suave, tratar con mucho mimo el acelerador y, sobre todo, la “norma estrella de
la conducción eficiente“: circular en la marcha más larga posible.
Mucha gente
olvida esta última palabra y, a la hora de ahorrar combustible, directamente
aplica la relación más larga a casi cualquier circunstancia, lo que provoca que
veamos vehículos (estoy hablando de una situación vivida en primera persona y
en no pocas ocasiones) subiendo un repecho pronunciado en una autopista en 5ª,
con el acelerador a fondo. El coche no es capaz de mantener los 120 km/h y se
queda en 100 km/h mientras su conductor lleva el “pedal en el suelo”.