Buena para el bolsillo en lo que a combustible se refiere, puede acarrear importante problemas mecánicos con el paso del tiempo
LAVOZDIGITAL.ES/J. L. ÁLVAREZ
La conducción
eficiente puede ser un ahorro para el bolsillo, pero, a la larga, dará
problemas mecánicos muchos más caro que ese supuesto beneficio económico
obtenido por visitar menos las estaciones de servicio. Tocar el freno de forma
suave, tratar con mucho mimo el acelerador y, sobre todo, la “norma estrella de
la conducción eficiente“: circular en la marcha más larga posible.
Mucha gente
olvida esta última palabra y, a la hora de ahorrar combustible, directamente
aplica la relación más larga a casi cualquier circunstancia, lo que provoca que
veamos vehículos (estoy hablando de una situación vivida en primera persona y
en no pocas ocasiones) subiendo un repecho pronunciado en una autopista en 5ª,
con el acelerador a fondo. El coche no es capaz de mantener los 120 km/h y se
queda en 100 km/h mientras su conductor lleva el “pedal en el suelo”.
Según recoge
la web www.autocasion.com, esto no sólo aumenta el consumo de carburante, sino que,
además, puede provocar una avería grave en el vehículo. Esta es las lista de
los fallos más frecuentes:
-Junta de
culata: Al ir con el gas a fondo, la temperatura en la cámara de combustión
sube muchísimo. Hay muchos coches que no tienen termómetro de refrigerante (y
menos aún, de aceite), así que el conductor no advierte que los grados en el
motor están aumentando… y la junta de culata falla. Es una reparación que puede
llegar a ser ruinosa, ya que puede deformar la culata de aluminio haciendo
imposible su rectificado. Una culata nueva puede superar los 3.000 euros.
Manejar el
cambio de forma correcta es clave para cuidar el motor.
-Casquillos de
bancada y pie de biela: Con el acelerador al máximo y a pocas revoluciones, el
propulsor trabaja en el límite de picado, que es un fenómeno que provoca que el
combustible se inflame antes de que el pistón llegue al punto muerto superior,
obligándole a bajar antes de llegar al final de su recorrido. Esto somete a un
estrés mecánico impresionante a los cojinetes de la biela y del cigüeñal (y a
la cabeza del pistón, que en los diésel puede incluso perforarse con las altas
presiones de inyección), lo que en casos extremos puede llegar a partir una
biela. Esto haría un agujero en el bloque, arruinando completamente el motor.
-Desgastes
prematuros en el cilindro: A pocas vueltas y con el pedal derecho “en el
suelo”, el pistón tiende a “campanear”; en lugar de subir y bajar recto y
perfectamente paralelo a las paredes del cilindro, lo hace oscilando. Esto
aumenta la fricción, incrementando el desgaste y la temperatura. Por otro lado,
a pocas revoluciones, tanto la bomba de aceite como la bomba de agua mueven
menos caudal, lo cual agrava aún más el problema.
¿Cuáles son
los problemas en los motores diésel?
En los
propulsores de gasóleo estos problemas se agravan, debido a la suciedad que
generan. Éstos son los dispositivos que más se averían:
-Fallos en el
sistema de recirculación de gases: En las mecánicas de gasóleo, los gases
tienen mucha ceniza. Circular en marchas muy largas a poco régimen genera mucha
suciedad y esto hace que los conductos de admisión y la propia válvula EGR se
vayan obstruyendo… Es como el colesterol en las venas: fatal para la salud (en
este caso, la de nuestro propulsor). Dependiendo de la gravedad de la
obstrucción, la reparación puede costar entre una hora de mano de obra (unos 60
euros), si basta con limpiar, o rondar los 300 o 400 euros si es necesario
sustituir la EGR. –También ocurre cuando se programa la velocidad de crucero y
se marcha en 5ª o 6ª-.
-Fallos en la
geometría variable de los turbos: El exceso de hollín, provocado por lo
descrito anteriormente, agarrota los mecanismos de geometría variable,
obligando a su limpieza periódica o, en el peor de los casos, a la sustitución
del turbo. Otra avería cara…
-Fallos en los
filtros antipartículas: De nuevo aparece el exceso de hollín de la combustión,
que tapona rápidamente los filtros antipartículas, obligando a aumentar el
número de ciclos de regeneración de los mismos. Esto dispara el consumo de
combustible, ya que en esos ciclos se producen post-inyecciones para quemar la
ceniza del filtro y limpiarlo. Dichas post-inyecciones, además de aumentar
considerablemente el consumo (lo cual ya va contra el sentido de este estilo de
conducción), provocan un lavado de las paredes de los cilindros; al perder
lubricación, se desgastan rápidamente. Además, ese exceso de gasóleo acaba
bajando al cárter y mezclándose con el aceite, degradándolo rápidamente. Hay
que tener en cuenta que un filtro FAP puede costar (en los modelos que llevan
en un mismo módulo el FAP y el catalizador NOx) entre 4.000 y 5.000 euros,
mucho más que todo lo que haya podido ahorrar en combustible el propietario.
Este problema afecta especialmente a los vehículos diésel empleados en un uso
urbano, ya que el motor nunca suele funcionar por encima de 2.000 rpm.
¿Cómo evitar
estas averías en mi coche?
En realidad,
sólo hay una regla que seguir y es muy sencilla: siempre que una marcha exija
más de 2/3 del recorrido total del acelerador para mantener la velocidad
constante, debemos bajar una o dos relaciones… o las que hagan falta. Así se
alargará la vida de los elementos del motor y habrá que hacer frente a
reparaciones que pueden destrozar el presupuesto.
En el caso de
los motores diésel, y sobre todo si apenas se sale de la ciudad, lo más
recomendable es rodar durante unos 15 minutos con el propulsor por encima de
las 2.000 rpm de vez en cuando. Lo ideal es que elijar una carretera con algo
de pendiente, que obligue a la mecánica a trabajar con una buena temperatura.
De esta forma, se mantendrá el filtro anti partículas lo más “descarbonizado”
posible
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años