Debido a la crisis y a la falta de crédito son muchos los
conductores que ven en el mercado de ocasión una compra más asequible para sus
bolsillos.
Tal es la resistencia a cambiar de coche y la aceptación que el
usado despierta que la antigüedad del parque ha escalado hasta los 9,5 años de
media. Aunque el vehículo funcione correctamente y parezca no dar problemas,
con una edad cercana a los diez años apenas vale el 13% de su precio original;
lo que casi no reporta ganancias al conductor que quiera venderlo ahora para
adquirir uno nuevo.