No hacer caso a los testigos
luminosos del cuadro de mando o no cumplir los plazos de mantenimiento
estipulados por la marca son otros errores de los conductores que producen
averías.
La mayoría de las averías
por negligencia o error del conductor no entran dentro de las garantías ni
están cubiertas por los seguros mecánicos.
Equivocarse de combustible a la hora de repostar supone el 26% de las
averías más comunes provocadas por una negligencia, error o despiste del propio
conductor, según señala Grupo Red Europea, empresa especializada en seguros
para la automoción. Un fallo muy habitual cuando el usuario cuenta con dos
vehículos o utiliza un coche de empresa, pero que puede llegar a producir
averías que superan los 400€ y obliga a cambiar los filtros y limpiar los
conductos de gasolina o diesel y el propio depósito.