Entre los grandes hombres que han construido la historia de la marca Citroën en particular y del automóvil en general Paul Magès, el padre de la legendaria suspensión hidroneumática, merece un puesto destacado.
En 1942, entró en el equipo de André Lefebvre para estudiar un nuevo sistema de suspensión para el 2CV que debía lanzarse al mercado pocos años después. Concibió más tarde las revolucionarias suspensiones hidroneumáticas que se montaron en 1954 en el Traction Avant 15 Six H y, posteriormente, en otros muchos modelos como los DS, GS, SM, CX y Xantia.
Consiguió obtener el legendario equilibrio entre comportamiento dinámico y confort a bordo que todavía hoy caracteriza a los coches de Citro ën.