Fue un modelo de éxito en la historia de la marca gracias a su diseño innovador, sus motores modernos y de alto rendimiento y un comportamiento dinámico y un elevado confort garantizados por la suspensión hidroneumática.
Sin contar las versiones comerciales derivadas, en 11 años, entre 1982 y 1993, se fabricaron 2.135.000 unidades. En el Centro de Vigo se produjeron 222.325 Citroën BX.