André Gustave Citroën introdujo innovaciones que modificaron radicalmente la industria automovilística de su tiempo y contribuyó a construir la reputación de la Marca en materia de confort a bordo.
En abril de 1932 fue el primero en introducir en Europa el “Motor Flotante”, una innovación para amortiguar las vibraciones del motor interponiendo entre este último y el chasis unos soportes elásticos.