Con toda la elegancia del “Art Déco” y la aerodinámica del “Streamline Moderne”, el PEUGEOT 402 marcó su época y aportó una visión original en la que destacaron sus faros, plenamente integrados en la carrocería por primera vez en la historia del automóvil.
Con un éxito comercial incontestable, que sólo la Segunda Guerra Mundial pudo interrumpir, el PEUGEOT 402 se convirtió también en todo un laboratorio de ideas: fue uno de los pioneros de la larga saga de coupés-cabriolets del León, además de ser el germen del PEUGEOT n4x Andreau, un estudio aerodinámico al que se considera el primer concept-car de la marca.