DESTINOS DE INVIERNO
PRAGA ,REPÚBLICA CHECA
Viajar en invierno a una ciudad romántica suele intensificar las emociones que sientes en ella. Praga es un claro ejemplo de esta teoría.Pocas ciudades de Europa destilan la majestuosidad y belleza que emana la capital de la República Checa. Las grises aguas del río Moldava pasan bajo los cimientos del famoso Puente de Carlos, recordándole que, aunque el puente sea el más antiguo de Praga - lleva uniendo la Ciudad Pequeña y la Ciudad Vieja desde principios del siglo XV - son sus aguas las que permitieron que aquí floreciera la vida. Una vida que en invierno parece sepultada bajo la nieve, pero que no hace otra cosa que resurgir con más fuerza en los rincones de los bellos palacios y edificios que se iluminan para servir de faro y cálido cobijo a los turistas. El Castillo, el Reloj Astronómico del Ayuntamiento Viejo, la Plaza de Wenceslao, la catedral de San Vito... Son solo algunos de los muchos monumentos que te enamorarán en Praga.
DUBLIN, IRLANDA
Viajar en invierno a Dublín es ideal porque la calidez de los irlandeses es capaz de derretir hasta el hielo más frío del mundo. Y si no lo consiguen ellos, lo hará la calidez de sus pubs.Y es que aunque, monumentalmente hablando, la capital irlandesa no se puede considerar una de las ciudades más bellas de Europa, sí que es una de las que tiene más alma. Gentes de decenas de nacionalidades distintas caminan cada día a su trabajo en el centro de la ciudad. Algunos pasan junto el mítico Trinity College, cruzan el Puente de O'Connell y admiran la imponente fachada de la GPO (General Post Office) que fue bombardeada durante el levantamiento irlandés contra los ingleses en la Semana Santa de 1916. Otros aprovechan los días libres para recorrer sus míticos parques. St. Stephen's Green rebosa turistas en cualquier época del año, pero en Merrion Square la estatua de Oscar Wilde sigue pensativa sobre la fría roca.
El famoso literato dublinés bien habría querido poder levantarse y marcharse a uno de los emblemáticos pubs de la zona de Temple Bar. Caliéntate, pídete una Guinness y disfruta de música irlandesa en directo.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS
¿Quién no se ha sentido reconfortado al ver una de esas películas navideñas ambientadas en un Nueva York totalmente iluminado? Bueno, quizás mucha gente, pero lo cierto es que la ciudad más filmada del mundo parece vestirse de gala cuando llega el invierno. La capa de nieve blanca sirve de espejo a la gran cantidad de luces de colores que alumbran Nueva York. Y la vida en sus calles no es que no cese, sino que se multiplica.
Central Park, el Bronx, Little Italy, Chinatown, Queens, los restaurantes griegos de Astoria, el puente de Brooklyn, el Empire State Building, las tiendas de la Quinta Avenida... Pequeñas hormiguitas cubiertas con abrigos de colores vivos parecen moverse sin descanso por todos estos lugares.Patinar sobre hielo, visitar museos - como el del MoMA o el de Historia Natural -, ver musicales en Broadway o asistir a algún espectáculo deportivo son solo algunas de las muchas cosas que te puede ofrecer el viajar a Nueva York en invierno.
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