domingo, 9 de octubre de 2022

CEDA EL PASO

 

                                         TODÓLOGO


 


Sin ser aficionado al juego y sin ánimo de hacer publicidad, voy a comenzar el artículo con este introito. La campaña veraniega de la Lotería de Navidad 2022 ha tenido como protagonistas a los denominados todólogos. Según explicaba el anuncio en clave de humor estas personas “tan pronto son ingenieros como académicos de la lengua, saben de gastronomía, de enología, astronomía, y de idiomas, claro. También de climatología, de deportes náuticos. Y, por supuesto, de Física”



La RAE nos echa una manita, pues define al todólogo como individuo que cree saber y dominar varias especialidades. Algo muy parecido a la antigua frase: “De fútbol y medicina, todo el mundo opina”, aunque carezcan de criterio, rigor, conocimientos y capacidad para hacerlo. Vamos, como “el maestro liendre, que de todo sabe y de nada entiende”.


¿Y eso es malo? Hombre mientras no hablan, no. Pero eso es imposible, pues el todólogo tiene que demostrar su “sabiduría” y se convierte en un pedante. De tal forma que, en muchas ocasiones acaban tocándote los corticoides, y agotan tu paciencia provocándote dolor de cabeza y tensión muscular. Algo muy desagradable e innecesario… Son personas molestas y entrometidas que te dan consejos, te planifican la vida y te dicen hasta lo que tienes que comer porque, lógicamente, de dietética también entienden, y hablar… hablan.

Escuchemos a un todólogo: “Yo me levanto por las mañanas muy temprano, porque eso es bueno, me preparo un café y después viene el desayuno. Un bollo con aceite, pavo y tomate. Eso no puede faltar en la alimentación de una persona. Después, cojo mi bicicleta y hago un largo recorrido por el carril bici que, por cierto, algunos transeúntes lo invaden, y tengo que amonestarlos, porque aquí cada uno va a lo suyo. Cuando llego a casa, preparo la comida, pero no de cualquier forma, sino en condiciones. Con los condimentos adecuados… Eso es muy importante, pues la gente es muy descuidada a la hora de condimentar. En la merienda, como mucha fruta sin pelar… No hay nada más sano que la piel.


Después, voy a comprar al supermercado. Lógicamente, a uno muy bueno, productos de calidad, no se puede comer cualquier cosa. Hay que ser exigentes y saber lo que se consume. Por cierto, ya de regreso me vi obligado a pisar el carril bici, pues me quedé sin acera, y vaya cómo se puso el ciclista que circulaba por allí. Se dirigió a mí como un energúmeno, cuando los ciclistas y los usuarios de patinetes circulan por donde les parece.


¿Tú no escuchas las tertulias? Ahí te enteras de todo. Hay que ver cómo está el mundo: crisis económicas, guerras, escasez de agua... Algunas personas se creen que lo saben todo y no tienen ni idea. Para eso hay que ver, en la tele, las tertulias y los programas instructivos. Yo veo uno en el que habla un médico, y qué maravilla. Te pone al día de todos los temas relacionados con la salud. Hace unas jornadas, habló de la alimentación y también dijo no sé qué de los ictus y lo que debemos hacer para evitarlos. Yo no me enteré muy bien, pero daba gusto escuchar al tío…”

Juzguen ustedes, porque yo no aguanté más y lo dejé plantado. Con mis mejores deseos, saludos cordiales.




Fernando Monge

9/octubre/2022

fmongef@gmail.com

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