LA ROTONDA

 

OLOR A TIZA

 

Nada hace presagiar que todo vaya a mejor. Siempre volvemos de las vacaciones con la esperanza de que todo aquello que los expertos han detectado como algo que no va, o no funciona, o sencillamente es nocivo para la sociedad, no va a cambiar.

Las aulas vuelven a vibrar de ilusión, de ganas, de encuentros, de olor a uniformes nuevos, de libros dispuestos para ser devorados por las ganas de aprender de los guerreros del conocimiento.

¿Cuántas historias se han escrito en las aulas de nuestras vidas? Y ¿Cuántas están por escribir?

Los directores de orquestas de estas bandas ávidas de conocimientos siguen siendo patrimonios por descubrir un año más, ellos y ellas se enfrentan a verdaderos ejércitos de la desconfianza que llegan cada uno de su padre y de su madre, y a los que solo con un toque de batuta tienen que tocar cada uno al mismo tiempo para convertirse en instrumentos que suenen en el futuro con las melodías que ellos elijan.

"¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!"

La expresión es de don Quijote, y está dirigida a Sancho al recordarle que los vaivenes del destino y la fragilidad de los sueños están expuestos a la contingencia del tiempo.

Grandes, aquellos maestros, y maestras que dejaron su impronta en nosotros, a través del conocimiento, nos regaron con valores que se hacían imprescindibles, cuál protagonista de nuestra vida, mezclaban las Matemáticas, la Literatura, y las Ciencias Sociales y Naturales, con otras tan o más importante, ¡creo que a algunos les sonarán!, respeto, responsabilidad, educación, honestidad, algo que a algunos nos vino muy bien para caminar por este entramado mundo de tanta diversidad. A otros, les fue mejor con las asignaturas que con la sociabilidad.

Hoy creo que todos echamos, de menos a esos maestros y maestras, que además nos enseñaron la difícil asignatura de los pros y contras de vivir con los demás.

Estoy convencido de que, hoy también, hay por esas aulas del mundo profesores, vocaciones, artesanos de las personas que hablan todavía de ilusión y felicidad, y lo hacen contándonos, porque las asignaturas son tan importantes para nuestra cultura general, y, lo mejor ¡cómo lo cuentan! Amantes del conocimiento, moldeadores de esos hombres y mujeres del mañana. Todo lo contrario de esos politicuchos de tres al cuarto, que crean los planes de estudio de un país, como el que confecciona un traje, ¡a su medida política! No vayan a salir los niños y niñas de hoy, hombres y mujeres del mañana con cerebros de derecha, izquierdas o radicales. No, lo importante es que nuestros niños, y niñas de mañana, sean personas preparadas, educadas con valores y sepan construir siempre un futuro para los que vengan detrás.

Gracias, MAESTROS, imagineros del ser humano, gracias, por vuestras lecciones de vida, por vuestra confianza, y por dejarnos la mejor huella de nuestra vida: creer que somos capaces de seguir adelante.

 

Con mi afecto, y respeto,

Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com