sábado, 11 de junio de 2022

LA ROTONDA

 

VERANO DEL 22

 

Las mejores historias personales se han escrito durante la estación veraniega, salvo casos singulares que me constan, también han existido y existirán. Los días más largos, los diálogos eternos, las experiencias vacacionales dilatadas como cualquier helado, que se va derritiendo, poco a poco, por las altas temperaturas. Parece que en esta estación del año las historias se van extendiendo como un abanico que se abre para aliviar el calor.


Si atendemos al calendario de 2022 y a los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, el verano llegará al hemisferio norte el martes 21 de junio a las 11:14 horas (hora peninsular). Será en ese momento exacto cuando tenga lugar el solsticio de verano, el día de más horas de luz del año.

El solsticio, como el equinoccio, ocurre dos veces al año y marca la entrada de dos estaciones. Los dos solsticios ocurren en junio (entre los días 20 o 21) y diciembre (entre los días 21 o 22). Estos son los días en los que el Sol está más al norte o al sur del ecuador.

Es el día más largo del año, con más luz y una noche más corta. La duración del día y la noche tienen que ver con la inclinación del eje de rotación de la Tierra. En este caso, en junio, el Polo Norte terrestre está viendo o está inclinado hacia el Sol.

El solsticio de verano ha sido reconocido y celebrado por muchas culturas a lo largo y ancho del mundo:


Los antiguos egipcios, por ejemplo, construyeron las grandes pirámides de forma que el Sol, visto desde la esfinge, se situase exactamente entre dos de las pirámides en el solsticio de verano, por su parte, la cultura inca celebraba su correspondiente solsticio de invierno con una ceremonia llamada Inti Raymi que incluía ofrendas de comidas y sacrificios de animales e incluso de personas, recientemente, los arqueólogos han descubierto restos de un observatorio astronómico en una ciudad maya enterrada en Guatemala, en la que los edificios estaban diseñados de modo que se alineaban con el Sol durante los solsticios. Durante esos días, la población de la ciudad se resguardaba en el observatorio para contemplar a su rey dando órdenes a los cielos, y quizás el más famoso, el monumento de Stonehenge en el Reino Unido ha sido asociado con los solsticios de verano e invierno durante más de 5.000 años. Los observadores en el centro de estas piedras pueden contemplar el amanecer del solsticio de verano sobre Heel Stone, que se encuentra justo en el exterior del círculo principal de Stonehenge.

Las culturas antiguas y algunas religiones modernas prestan mucha atención a algunos alineamientos naturales, y hay mucho misticismo y poderes sobrenaturales unidos a esto. Es la otra cara del verano, donde es posible que, al disponer de más tiempo para nosotros mismos, aumentamos nuestras horas de lecturas, alargamos nuestros ratos de ocio, con cine, teatro, o sencillamente, dando rienda suelta a tertulias y a largas noches, donde el cielo estrellado es testigo de todo cuanto ocurre en nuestras noches de verano.

Climatológicamente, se nos ha adelantado algo este verano, pero tendremos que esperar al día 21, para que oficialmente quede inaugurado otro más, un nuevo verano, con las páginas en blanco dispuestas a escribirse en la historia de nuestras vidas, será el VERANO DEL 2022.

Con afecto, y respeto,

Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com

 

 

 

 

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