REFRANES
Los refranes son dichos agudos y sentenciosos de uso común. La palabra refrán es de origen francés “refrain” que significa “estribillo”. Estos dichos son populares y anónimos y la finalidad de ellos es transmitir una enseñanza o mensaje instructivo, pues los refranes, como los proverbios, adagios y sentencias, forman parte del grupo de las paremias que son enunciados breves que tienen esa finalidad, transmitir una enseñanza. Los refranes se deben a la experiencia de los ancianos o sabios que luego fueron transmitidos de generación en generación… Existen desde tiempos remotos, se evidencia en la cultura del Medio Oriente, literatura grecolatina y bíblica. También aparecen refranes en algunas de las obras más importantes de la literatura española como ocurre con “El cantar de Mio Cid” o “El Quijote”.
Como es frecuente que encontremos refranes contrapuestos en sus enseñanzas o significados, vamos a hablar de ellos comenzando por uno muy utilizado en el lenguaje coloquial: “Al que madruga, Dios le ayuda” que, aunque proceda de la tradición oral, se tiene constancia de que se citó en El Lazarillo de Tormes, libro de autor anónimo que narra la vida de un pícaro del siglo XVI.
“A quien madruga, Dios le ayuda” no solo quiere decir que a quien se levanta temprano le irá bien el día, sino que, en términos generales, la vida les irá mejor a aquellos que son proactivos y que toman la iniciativa. Así pues, con este dicho se recomienda al otro que se esfuerce, que sea diligente para tener éxito en lo que se proponga. Pero no siempre ocurre así, ya que a este refrán se le suele contraponer otro según el cual “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
Vamos con la segunda contradicción: "Amor con hambre no dura"...Señala que es difícil que una relación o matrimonio perduren en el tiempo si se pasan necesidades económicas y sin solución. Sin embargo, tenemos su contrapuesto: "Contigo pan y cebolla"… La otra cara de la moneda, pero esto es más bien una promesa de dos personas que se quieren unir incluso cuando las circunstancias les son adversas y están dispuestas a enfrentarse a duras dificultades.
Y como no hay dos sin tres, pasamos a la tercera: "Ropa hace gente"... Sí, aunque cueste admitirlo y más en tiempos modernos, las apariencias casi que lo son todo, si alguien sin mayor talento se viste con ropas elegantes y a la moda, puede ser aceptado por la sociedad más fácilmente. En franca oposición a "la mona, aunque se vista de seda, mona se queda"… Este refrán se aplica a que la ropa cara no puede ocultar lo chabacano y lo soez que pueda ser alguien, quien se oculta detrás de la elegancia sin poderla alcanzar.
Y diré para concluir que, como la opinión que tenemos de las circunstancias se ve fuertemente influenciada por cómo nos afectan a nosotros, viene aquí cómo de molde un refrán en el que se pone de manifiesto un alto juicio y una gran discreción:
"Cada uno habla de la feria según como le va en ella".
Con mis mejores deseos, saludos cordiales.
Fernando Monge
8/mayo/2022
fmongef@gmail.com
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