sábado, 5 de marzo de 2022

LA ROTONDA

 

STOP WAR

 


No salgo de mi asombro, cuando veo hoy día en pleno siglo XXI, a un país como Rusia atacando a otro independiente como Ucrania.
Es como una especie de bullying, pero con “mala leche”, entrar a saco en un país porque te sientes más fuerte, tienes más armamentos que el contrario, y demuestras de esta forma tu poderío. ¡No me lo puedo creer!



Esto es un poco, como los personajes a los que vengo refiriéndome semanas tras semanas, esos intimidadores al volante o a pie que deambulan por la sociedad promulgando su supremacía. A estos nadie los conoces solo sus víctimas, hasta que un “locatis” de estos, llega a dirigir un país, y hace de su capa un sayo, ¡vamos!, que lo mismo te hacen un puente, te suben el precio del gas o el petróleo, o te invaden un país.


Vladímir Putin, otro megalómano que quiere entrar en la historia por la puerta de atrás, como, por ejemplo: Napoleón Bonaparte, Adolf Hitler, Iósif Stalin, Mussolini, Mao Zedong, Kim ll-sung, Kim Jong-il, Rafael Leónidas Trujillo, François Duvalier (Papa Doc), Fidel Castro, Hugo Chávez, Idi-Amin Dada, Sadam Huseín, Ayatolá Jomeini, y tantos otros. Y ahora, entra en este club por méritos propios, el histriónico, Putin.


Un personaje que solo quiere desestabilizar el mundo, que ya tiene suficientes problemas para estar pendiente de este descerebrado, pero lo peor es que enfrente te encuentres otro sheriff del mundo, y acabamos todos como el rosario de la aurora.


Los ucranianos llevan 30 años respirando libertad, después del yugo al que han estado sometidos bajo la URSS, fíjense cómo será, que hoy todavía en los lugares más recónditos del país no han podido acostumbrarse a vivir en libertad.


Cuando escribo estas líneas, los rusos están atacando la capital de Ucrania, hay más de 140 muertos ucranianos, y el presidente del país agredido, Volodímir Zelenski, quiere sentarse con Putin y buscar una solución a esta tragedia.


Analistas geopolíticos disparan sus pronósticos sobre estos ataques rusos, pero nadie se pone de acuerdo, muchos piensan, qué ocurrirá si Rusia toma Kiev, la capital ucraniana, que es conocida por su arquitectura religiosa, sus monumentos seculares y sus museos de historia. El río Dniéper cruza toda la ciudad. Una ciudad que ha vivido la historia más cercana de la República de Ucrania:


En la época de la Unión Soviética (1922-1991), en mayor medida que en el Imperio ruso, la población ucraniana fue afectada con limpiezas étnicas como el Holodomor en 1933, donde murieron entre 4 millones y 12 millones de ucranianos y el idioma ucraniano fue suprimido en gran medida en los años siguientes de la rusificación de Ucrania, razón por la cual hay tantos rusohablantes en Ucrania en la actualidad. El movimiento nacionalista ucraniano pasó a la clandestinidad, teniendo importancia entre los años 1942 y 1956 con el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), que intentó establecer un Estado independiente combatiendo a la invasión nazi y a los soviéticos sin éxito. En 1945, la RSS de Ucrania se convirtió en uno de los miembros fundadores de la ONU.
 

Ucrania se convirtió en un Estado independiente el 24 de agosto de 1991, tras el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética que condujo finalmente a la disolución de la Unión Soviética en diciembre del mismo año. Desde entonces está en un proceso de transición de «descomunización» hacia una economía de mercado y un Estado democrático. Este proceso llevó a una inmediata depresión económica en la década de los años noventa. Con el comienzo del siglo XXI, Ucrania comenzó a recuperarse económicamente y empezó a moverse hacia una democracia libre con manifestaciones como Ucrania sin Kuchma en 2001 y la Revolución naranja en 2004. Hasta 2007, la economía de Ucrania creció sosteniblemente, siendo uno de los países más prometedores en cuanto a crecimiento económico; sin embargo, a partir de la gran recesión de 2008, padeció una segunda depresión económica.

 
En 2013, tras la decisión del presidente Víktor Yanukóvich de rechazar el largamente negociado Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea y, por el contrario, estrechar relaciones con la Federación de Rusia para ingresar en la Unión Aduanera Euroasiática, dio comienzo una serie de protestas, principalmente en Kiev, conocidas como el Euromaidán, que reunió a más de un millón de manifestantes de toda Ucrania. Con el éxito de los manifestantes del Euromaidán, Víktor Yanukóvich y su gobierno huyeron a la Federación de Rusia.
Desde entonces las Fuerzas Armadas de Ucrania están siguiendo un proceso de modernización según los patrones de la OTAN, siendo en 2019 el tercer ejército más grande de Europa, con un personal total de 1.246.445 soldados. Por otra parte, el 1 de junio de 2016 Ucrania firmó un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
 

En 2020, Ucrania ocupaba el 74° puesto en el IDH (índice de desarrollo humano) de 189 países y, junto con Moldavia, mostraba el menor producto interno bruto a valores de paridad de poder adquisitivo (PPA) per cápita de Europa. Sufre una tasa de pobreza muy alta, así como una corrupción muy extendida; sin embargo, debido a sus extensas tierras de cultivo fértiles, Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo.


Un país acostumbrado a los golpes y al yugo autoritario de personajes que han temido siempre su independencia como país.


¡NO A LA GUERRA! ¡Ojalá! Que, a día de hoy, todo haya terminado, pero las últimas guerras del siglo XX no han sido breves.


"No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.
Mahatma Gandhi
 
Paz, mucha paz a todos,
 
Pepe Bejarano
todomotronews@gmail.com

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