SALUDO
El saludo también tiene su día, faltaría más en estos tiempos que tenemos “Día” de casi todo lo que acontece… Se celebra el 21 de noviembre. Pero, después de esta aclaración, lo que yo pretendo es hablar del saludo como un elemento básico y fundamental en la comunicación entre las personas. Es una muestra de cercanía y cortesía que se practica en todo el mundo. Etimológicamente esta palabra proviene del latín "salutare", derivado de "salus" (salud), por ello, saludar implica desearle salud a otra persona. Y se da la circunstancia de que deseando salud a otra persona estamos contribuyendo a mejorar la nuestra, pues el saludo es un soplo de aire fresco una inyección de relax que nos produce una inmensa sensación de bienestar.
No es solo un hábito propio de los seres humanos. Los animales también manifiestan muestras de saludo como un medio de comunicación. Algunas especies se relamen, huelen y olfatean entre sí. El alborozo con el que nos recibe nuestro perrito cuando llegamos a casa o el entusiasmo que muestra cuando se encuentra con otro canino o con su dueño, no dejan de ser una forma de expresión semejante al saludo…
Si hasta las hormigas, cuando se cruzan en su caminar por los jardines y plazas, contactan entre ellas en un movimiento muy parecido al que se ejerce cuando saludamos, ¿cómo es posible que, en la actualidad, sin embargo, saludar a propios y extraños se ha tornado cada vez más inusual? Se va haciendo cada vez menos frecuente recibir un "hola" o un "buenos días" al entrar a un ascensor, en la fila para tomar café o al ir a un supermercado… Pienso que sería muy gratificante rescatar el hábito del saludo, no solo por costumbre, sino para reafirmar y reavivar la convivencia humana en tiempos de crisis, de pérdida de valores, y recientemente, por la maldita pandemia que nos ha afectado a todos por igual.
Sean físicas o verbales, las formas de saludar son una de las primeras muestras elementales de cortesía que ofrecemos cuando ingresamos a un lugar, cuando conocemos a alguien, o nos encontramos con un amigo. Y la importancia del saludo está en su valor simbólico. La forma en la que lo expresemos será interpretada como señal de proximidad, de afecto, de distancia, de acercamiento profesional o simplemente una formalidad de cortesía y buena educación.
Cuando nos saludan es de buena costumbre responder, como signo de amabilidad, aunque no conozcamos de nada a la persona que nos saluda. Yo, al menos, interpreto su rechazo como una falta de educación y respeto.
Es un hábito sencillo y cotidiano que aprendemos desde la niñez, y es nuestra carta de presentación más visible. Es más, cuando se trata de una entrevista laboral, el saludo tiene tanta importancia como la presencia física, la postura corporal, la modalidad actitudinal, el lenguaje y la mirada.
En fin, al margen de su positividad en cualquier entrevista o presentación, si en la vida cotidiana es una demostración de cordialidad, ¿tanto trabajo cuesta corresponder?
Con mis mejores deseos, hoy más que nunca, saludos cordiales.
Fernando Monge
27/marzo/2022
Fmongef@gmail.com
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