CEDA EL PASO

 

NOVIEMBRE

 

Hace una semana, llegó noviembre que tiene 30 días y es el undécimo y penúltimo mes del año en el calendario gregoriano. Su nombre deriva de novem (‘nueve’ en latín), por haber sido el noveno mes del calendario romano. Mantuvo la denominación «noveno», incluso cuando al año se le agregaron otros meses.

Al principio, se representó a este mes bajo la figura de un sacerdote de Isis ―una de las principales diosas de la religión del Antiguo Egipto― apoyado en un altar sobre el cual había una cabeza de cabrito, animal que se sacrificaba a la diosa. Posteriormente se representaba bajo la forma de un personaje vestido de hoja seca con una mano apoyada en el signo de Sagitario y la otra sosteniendo un cuerno de la abundancia, de donde salen ciertas raíces.

Comienza el mes, con el refrán: “Por Todos los Santos, frío en los campos” Es tradicional que en noviembre se produzca, si no se ha producido antes, una bajada de las temperaturas en muchas zonas de España. Es, además, el mes de asar castañas, de cambios de armario hacia el invierno y de menos horas de luz.

Noviembre sigue siendo un mes de otoño en el hemisferio norte, sin embargo, lo terminaremos inmersos en la decoración navideña y nos sentiremos ya como si fuera invierno. Empieza el 31 de octubre con la que es para algunos la madrugada más divertida del año, Halloween, que amanece el 1 de noviembre. En España el día 1 se celebra la festividad de Todos los Santos, y es costumbre visitar los cementerios, aunque el Día de los Fieles Difuntos sea el día 2. También se celebra en el teatro la representación de la obra “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla. El motivo es que el acto final de dicha actuación tiene lugar en la noche de Todos los Santos y, además, el tema está muy relacionado con la muerte. Es tradicional que haya representaciones nocturnas en algunos cementerios de España.

Después de tantas alusiones a la muerte, es conveniente hacer un canto a la vida, con protagonismo gastronómico… Existe una multitud de dulces que se asocian a la festividad del 1 de noviembre. Entre ellos se encuentran los buñuelos de viento. Rellenos de crema, nata, chocolate o café… Destacan por su forma redonda y por su sabor contundente. El origen de este dulce es incierto, pero su receta apareció por primera vez en el siglo XVII gracias al cocinero real de Felipe II.

Por otro lado, están los huesos de santo, un pastel de mazapán en forma de tubo que, después de ser cocinado, es rociado por un sirope, adquiriendo una tonalidad beige que da nombre a este dulce. Los tradicionales están rellenos de yema de huevo endulzada, aunque en la actualidad los podemos encontrar rellenos de muchos otros sabores, llegando a los más exóticos como mermelada o coco.

En las comunidades de Cataluña, Aragón, Valencia e Islas Baleares son famosos los panellets. Están elaborados con una masa hecha con almendra molida, huevo, ralladura de limón y azúcar. Se caracterizan por los piñones que recubren el exterior junto con una fina capa de clara de huevo. En Cataluña coincide con la “castañada”, y es tradición cocinar boniatos al horno y castañas.

Por cierto, quiero aclarar a los lectores que visitaron el artículo “IRRESPONSABILIDAD”, que, con la carta que me había enviado la Junta de Andalucía, hice otra visita al Centro de Salud de Alcosa el 27 de octubre… Anotaron la dosis del 14 de mayo en mi historial médico y en mi certificado ya aparecen los dos pinchazos… Gracias a quien corresponda.

Como es la fecha idónea, paladeen un buen “mosto” y que noviembre les sea propicio.

Fernando Monge

7/noviembre/2021

fmongef@gmail.com