sábado, 18 de septiembre de 2021

LA ROTONDA,

 

SUCIOS E IRRESPONSABLES

 




Para opinar o reflexionar sobre algún tema hay que tener conocimiento de lo que se quiere decir, o sea, hay que tener toda la información para poder hablar con propiedad o con conocimiento de la causa de la que se habla.

Antes que nada, quiero hacer una declaración de principios sobre todas aquellas personas que nos siguen por primera vez.

Podemos estar acertados o no en nuestro punto de vista, pero les puedo asegurar que la honestidad y la honradez junto con toda la información que he podido recabar sobre los temas que vamos a tratar son los pilares que sustentan nuestras opiniones. Un ejercicio semanal que se nos antoja como una montaña que hay que subir cada semana, que estamos preparado para ejecutar dicho empeño, pero que nunca sabremos con los inconvenientes que nos vamos a encontrar por el camino.

Saben que, a partir de hoy, abriremos nuestro abanico de temas que nos preocupan cada día, no solo hablaremos de seguridad vial, o de la economía de los mercados del sector del automóvil.

Hoy quiero hablarles de las caras duras que salen a la calle tres veces al día como mínimo para sacar a sus perros para que estiren las patas y hagan sus deposiciones.

Sí, de esos que salen con el perro suelto, da lo mismo el tamaño que tenga, ni la raza, y con una bolsa de plástico para recoger los regalitos de los canes, y que sirven de pose, por si hay algún agente de la autoridad que les llame la atención, pero que dicha bolsa es de ida y vuelta, ¡vamos que van de vuelta, una vez que el perro se ha desquitado sobre la acera, carretera, o la puerta de algún vecino!

Es verdad, que este tipo de actitud está sancionado, así reza en los carteles que rezan en los barrios de cualquier ciudad, pero son carteles que los dueños de las mascotas se los pasan por allí, por donde deponen los cuadrúpedos.

No hay vigilancia de barrios, es la única solución a este tipo de falta de educación sanitaria de los que hacen y deshacen a su antojo este tipo de actitudes.

La policía local debe de sancionar, y además soy de los que piensan que este tipo de sanciones es sumamente barato. Sevilla da un paso más en la ordenanza de la convivencia con un refuerzo de las medidas de limpieza en las calles: hace años que se plantó batalla a las cacas de los perros con la obligación de recogerlas y ahora toca con los orines. Las sanciones oscilarán entre los 75 y los 500 euros. Si los propietarios de esas mascotas pagaran como mínimo 3000 euros por dejar las “cacas” de sus protegidos en la vía pública, estoy seguro que veríamos más que reducida tanta mierda en nuestros barrios.

Las capitales españolas impusieron un total de 992 sanciones, suponiendo una media de 21 multas por no recoger los excrementos, es decir, no llegaron a dos al mes. La mayoría de ciudades (31) no puso más de 10 sanciones en todo el año. En el ranking de las más sancionadoras están Málaga y Huelva, mientras que ocho de los ayuntamientos no registraron una sola denuncia: Albacete, Cuenca, Jaén, Lugo, Pontevedra, Tarragona, Teruel y Zamora.



A pesar que desde hace unos 5 años se aprobó el análisis de ADN de excrementos de perros para perseguir a los infractores de la ley y muchas ciudades impusieron sanciones, lo cierto es que Málaga es la única capital que sigue usando ese método para frenar ese comportamiento incívico en espacios públicos.



Casi la mayoría de capitales contemplan las sanciones leves con multas de entre los 60 y 600 euros con algunas excepciones como Madrid, donde la norma es algo más dura, con multas de entre 750 y 1.500 euros. De todos los ayuntamientos de capitales de provincia, solo seis contemplan en sus ordenanzas sanciones por encima de los 500 euros para los dueños de perros que no recojan los excrementos, y las multas no superan en ningún caso los 1.500 euros (Albacete, Badajoz, Cuenca, Gerona, Huelva, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife).

Solo hay que darse una vuelta por los barrios de toda España para darse cuenta de la falta de concienciación que existe con este problema que cada día va a más, y, además, es síntoma de confrontación con los ciudadanos que no tienen perros y que están más que cabreados con la imagen de suciedad que presentan sus barrios, eso sin contar con los enfrentamientos entre unos y otros que se dan por esta circunstancia.

Si queremos vivir en sociedad, cada uno deberíamos de ser responsables de nuestras acciones, de lo contrario asumamos nuestras responsabilidades.



Con afecto y respeto,

Pepe BEJARANO

todomotorsevilla@gmail.com