Según la DGT, a pesar de que
se estima que un vehículo de combustión nuevo contamina un 95% menos que los
fabricados hace 20 años, continuar usando este tipo de vehículos acabará
produciendo importantes alteraciones medioambientales con la correspondiente
repercusión negativa para el ser humano
Las nuevas alternativas de
vehículos eléctricos, urbanos, ecológicos y sostenibles que cada vez más
personas eligen para sus desplazamientos por las ciudades españolas están
haciendo de éstas un lugar mejor donde vivir y prometen acabar, al menos en
gran medida, con el problema de la contaminación.
Estos nuevos VMP (Vehículos de
Movilidad Personal, de una o más ruedas, dotados de una única plaza y
propulsados exclusivamente por motores eléctricos tales como scooters o
patinetes eléctricos, bicicletas eléctricas, monopatines eléctricos, monociclos
y/o hoverboards) ofrecen la posibilidad de desplazarse por las respectivas
ciudades de manera cómoda, rápida, divertida y saludable. Pero a su vez traen
consigo una serie de transformaciones profundas y necesarias que deben
desarrollarse paralelamente a su creciente uso, como por ejemplo la regulación
de la normativa y legislación de seguridad vial o las infraestructuras de las
ciudades, que deberán adaptarse a esta nueva forma de moverse.
Dichos cambios podrían
dividirse en dos grandes bloques que van desde "estructurales": la
construcción de nuevos tipos de vías, nuevas señales, carriles especiales y
peatonalización de ciertas zonas, etc., hasta el desarrollo de normativas
"legales": el límite de edad, obligación de seguro a terceros o la
regulación de permisos para poder conducirlos (ya que hasta ahora no habían
sido necesarios). También se plantea la obligatoriedad de ciertos complementos
de seguridad para el propio usuario como podrían ser el casco o el chaleco
reflectante.
Todo está siendo objeto de
discusión y debate continuo tanto por las autoridades que gestionan este
proceso de transformación, como por los propios usuarios que usan comunidades y
lugares de encuentro como ElectricGlip para desarrollar sus ideas y lograr que
todo el mundo se adapte a esta nueva realidad con consenso y de la mejor forma
posible.
En definitiva, el avance
imparable de esta nueva tendencia supone un gran reto para todos, y como es
lógico existen muchos puntos de vista en cuanto a cómo afrontarlo. Por un lado,
quienes abogan por regular las leyes y adaptar las infraestructuras de forma
inmediata, y por otro, quienes ven con recelo todos estos cambios. Sin duda,
todo está por construir pero hay algo innegable, la movilidad eléctrica urbana
ha venido para quedarse, y este asombroso incremento en la última década del
uso de los vehículos eléctricos de movilidad personal por las ciudades de
España (y del resto del mundo) está cambiando de manera radical la forma que se
tenía de desplazarse. ¿En qué lugar quedarán las carreteras destinadas exclusivamente
a los vehículos de combustión si el aumento del uso de los VMP sigue creciendo
de forma exponencial? ¿Podrían llegar a convertirse en el principal medio de
transporte? ¿Quedarán relegados a un segundo plano, por ejemplo, los
tradicionales coches de gasolina? ¿Serán las ciudades españolas irreconocibles
en unos pocos años? ¿O quizás todo acabe siendo una moda pasajera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.