Los coches eléctricos nos motivan a realizar una conducción más eficiente y amable. Y los propietarios con los que hemos hablado nos apuntan otro fenómeno interesante: se sienten mejor al conducir. Es una sensación subjetiva, pero generalizada, que se genera en el subconsciente y que responde a diversos factores.
En Peugeot nos preocupamos por saber qué uso real dan los clientes a sus coches, qué es lo que más valoran de ellos, qué cosas mejorarían… Ese contacto directo es una de las grandes fuentes de información que nos permite mejorar aspectos clave de nuestros automóviles generación tras generación.
La llegada de los eléctricos e híbridos enchufables ha supuesto una revolución, con nuevas sensaciones y formas de entender el automóvil. Uno de los fenómenos que estamos estudiando es cómo hacer estas tecnologías a los hábitos de conducción y las sensaciones subjetivas al volante. Y de las frecuentes charlas con propietarios se despenden ideas muy interesantes.
La sensación de sentirse mejor al volante
¿Te sientes mejor conduciendo un coche electrificado? La respuesta de los usuarios de un Peugeot eléctrico siempre es “sí”. Es una sensación subjetiva, pero generalizada. Los propietarios de un Peugeot enchufable nos cuentan que “sientes que estas contribuyendo a mejorar el medio ambiente y no te ves culpable de ensuciar el planeta y al aire de las ciudades”. “Al circular en modo eléctrico no vas quemando combustible, ni viendo humo por el retrovisor. Desaparece la sensación de tener una central térmica, con su maquinaria y engranajes, haciendo ruido bajo el capó ”, explica un cliente de la marca.
Por este motivo, los propietarios de híbridos enchufables prefieren circular en modo eléctrico y recargan su coche con más frecuencia. Todos con los que hemos hablado estarían encantados de disponer de una mayor autonomía eléctrica que les permitiera usar el motor de combustión lo menos posible. Y una gran mayoría se plantea la compra de un eléctrico como siguiente automóvil.
Una conducción más sostenible
Es un hecho: los coches eléctricos nos “empujan” a realizar una conducción más eficiente. Para algunos conductores, por una simple cuestión práctica: aumentar la autonomía y tener que recargarlo menos a menudo. Para otros, por ahorrar dinero. Pero muchos otros nos explican que es por conciencia medioambiental. “Me gusta sentir que estoy haciendo todo lo posible por ser sostenible y por mantener limpio el aire de la ciudad que respiran mis hijos”, comenta el propietario de un e-208. “Y eso no solo implica comprarme un coche eléctrico, también el modo en el que lo conduzco. Trato de rebajar el consumo eléctrico, acelerando con suavidad y usando mucho el modo Eco ”. Otro propietario nos cuenta que “estoy aprendiendo a aprovechar mejor la recuperación de energía, usando el modo que más energía genera y anticipando las frenadas”. “Buscamos ser eficientes en todos los aspectos de nuestra vida y no desperdiciar la energía, que tanto nos cuesta generar” nos dice una pareja. “Hemos cambiado las ventanas de nuestra casa para ahorrar en calefacción, no de luces encendidas en casa y nos esforzamos para que nuestra movilidad sea lo más eficiente posible, con un coche eléctrico que gasta muy poca energía y unos hábitos de conducción ecológicos”.
Una conducción más amable
Los coches eléctricos, y los híbridos enchufables en modo eléctrico, son menos “agresivos” que los de combustión. La subida de revoluciones no va acompañada de ruido y vibraciones; aceleran y se desplazan de un modo suave, fluido y silencioso… Ese entorno de funcionamiento reduce el estrés de la conducción y promueve un comportamiento al volante más civilizado y amable con el resto de los usuarios. “Cuando me subo al e-208 de mi pareja”, nos cuenta un usuario, “me siento diferente. Al igual que un deportivo te seduce y te incita, un eléctrico te relaja y te hace ver la conducción y el tráfico de otra manera ”.
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