Tras su lanzamiento en Japón en 2020, el programa llega a Europa ofreciendo recambio original Honda a propietarios de la legendaria RC30.
Las piezas se fabricarán con moldes y técnicas actuales y se comercializarán a través de la red de concesionarios Honda.
La VFR750R (RC30) salió al mercado en 1987. Sus éxitos deportivos en el mundial de SBK y en el TT de Isla de Man, se convirtieron rápidamente en leyenda.
Tras su exitosa introducción en Japón durante el pasado año, Honda exporta a Europa el programa de recambios originales "RC30 Forever".
El programa "RC30 Forever" parte de una iniciativa de Honda, que cuenta con la implicación de importantes clubes de propietarios de RC30 en Japón y Europa, y cuya firme voluntad es la de mantener este legendario modelo en las mejores condiciones de uso y mantenimiento gracias al empleo de recambios originales Honda, que con el transcurso de los años ha estado agotados del stock del nipón.
A través de “RC30 Forever”, Honda asegura la producción de 150 * piezas de recambio originales para la RC30 que abarcan componentes tan diversos como el motor, la parte ciclo, la carrocería y la electrónica. La relación de piezas disponibles ha sido determinada de forma conjunta entre los expertos de R&D de Honda junto a los propietarios de este emblemático modelo.
Las piezas estarán disponibles para su suministro a través de los concesionarios de Europa a partir de mayo ** 2021.
Antecedentes del programa "RC30 Forever"
En 2017, los inicios del proyecto 'RC30 Forever' revelan que no se había conservado ninguno de los modelos o moldes originales del modelo con los que hubiera sido posible reiniciar la producción de componentes, por lo que no hubo otra alternativa que recuperar los planos originales para sacar adelante el proyecto. Como todas las motocicletas de la época, la fabricación de la RC30 se basaba en planos esquemáticos dibujados en 2D, a partir de los cuales se creaban modelos y moldes. En comparación con los métodos modernos de modelado por ordenador en 3D mediante ilustraciones digitales, los antiguos planos contienen muchos menos detalles específicos, lo que complicaba la reproducción de nuevos componentes.
Los planos disponibles se digitalizaron, se ampliaron a escala 1: 1 y se compararon con las piezas reales, algunas de ellas prestadas por propietarios de RC30. A pesar de ello, seguían faltando detalles de información necesarios hoy en día para producir las piezas con el nivel de calidad requerido para este proyecto. Para garantizar que las piezas cumplieran con los nuevos y exigentes estándares de producción, era de vital importancia involucrar a los miembros del equipo original, muchos de los cuales superado ya los 60 años, para que compartieran sus conocimientos, su pasión y su experiencia. Con este inestimable nivel de apoyo y esta fuente de conocimiento el equipo del proyecto pudo poner en marcha la creación de los nuevos modelos y moldes de fabricación.
Fue esta combinación de elementos tangibles, como los nuevos planos digitalizados, la recuperación de piezas originales, y de factores no cuantificables como la experiencia y sabiduría de los ingenieros del proyecto original lo que finalizó la puesta en marcha exitosa en marcha de este ambicioso proyecto.
La VFR750R (RC30)
La legendaria RC30 fue presentada por primera vez en el Tokyo Motor Show en 1987, llegando a Europa en 1988. Con una producción limitada a unas 5.000 unidades para todo el mundo, fue concebida siguiendo la normativa de homologación requerida para competir en el recientemente creado Campeonato Mundial de Superbike.
Fabricada de forma artesanal en la fábrica de Hamamatsu, la RC30 estaba propulsada por un motor V4 a 90º de 748cc y refrigeración líquida que incorpora tecnología de competición totalmente vanguardista en aquella época - un enfoque inédito hasta el momento. Los ingenieros de desarrollo de Honda utilizaron de forma extensiva materiales exclusivos como la fibra de carbono, el Kevlar y el magnesio. El motor incorpora bielas de titanio y un embrague anti-rebote que trabajaba en conjunto con una caja de cambios, tipo competición, de relación cerrada. Las ruedas y los frenos incorporan anclajes de desmontaje rápido y la suspensión era totalmente ajustable en ambos trenes. La moto lucía de forma destacada un inconfundible basculante Pro-arm mono brazo, diseñado para facilitar cambios rápidos de rueda trasera durante las carreras de resistencia.
El legado de la RC30 se consolidó rápidamente ganando el Campeonato del Mundo de Superbike, tanto en 1988 como en 1989, con Fred Merkel. También consiguió victorias en múltiples carreras nacionales e internacionales, incluyendo triunfos en la Isla de Man con célebres pilotos como Joey Dunlop, Carl Fogarty, Steve Hislop y Philip McCallen a sus mandos.
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