Cuando los robots solo existían en la ciencia ficción, se consideraban poderosas máquinas inteligentes incluso algunas veces amenazadoras para la vida humana. Desde entonces, esta fantasía se ha trasladado a la realidad formando ya parte de la vida actual, de las fábricas y laboratorios hasta los hogares. Toyota sabe que aún hay mucho más, que los robots pueden aportar a la sociedad, lo que le ha motivado para desarrollar una amplia gama de robots que ofrezcan valiosos servicios, desde rehabilitación médica hasta compañía para personas dependientes o vulnerables, como las muchas que, en las extraordinarias y difíciles circunstancias actuales, sufren en algunos casos una enorme soledad.
Los robots también tienen un importante papel en la transición emprendida por Toyota para convertirse en una compañía proveedora de servicios de movilidad, permitiendo a muchas personas disfrutar de la libertad e independencia que suponen una movilidad para todos. El Toyota Frontier Research Center, en Japón, es el corazón de la investigación de Toyota en tecnologías avanzadas e investigación y desarrollo de robótica. La compañía también trabaja con muchas empresas y socios especializados para aumentar sus capacidades de desarrollo en este campo.
Aunque estas máquinas son cada vez más sofisticadas, Toyota se mantiene fiel a su lema ‘automatización con un toque humano’: los robots y el uso de Inteligencia Artificial (IA) no deben remplazar a los humanos, sino orientarse hacia ellos y permitirles mantener siempre el control.
Las tecnologías que se están desarrollando incluyen robots humanoides que pueden realizar tareas cotidianas o ayudar a las personas, robots de asistencia médica que permiten recuperar la movilidad a personas afectadas por parálisis de los miembros inferiores, robots de compañía que permitan detectar estados emocionales y responder a los mismos con palabras o gestos y el destacado CUE, un robot que juega al baloncesto con una increíble precisión para encestar.
T-HR3 – Robot humanoide Toyota
Toyota presentó su primer robot humanoide de asistencia en 2005, que desde entonces ha perfeccionado constantemente su capacidad para moverse y acometer tareas. El T-HR3 se lanzó en 2017 y su última versión, presentada en 2019, es capaz de moverse de manera flexible y sofisticada, copiando los movimientos de su operador humano —puede llegar a estar a 100 kilómetros de distancia—. Con una altura de 1.54 metros y 32 articulaciones en su cuerpo, puede mantener el equilibrio perfectamente y llevar a cabo un amplio rango de tareas en diferentes entornos.
El operador utiliza el sistema principal de maniobras —Master Manoeuvring System— para controlar el movimiento del robot hasta llegar a sus mismos dedos. El operador “se viste” con estos ligeros controles que incluyen unas gafas de Realidad Virtual (VR) que le muestran en tiempo real la “visión” del robot y su entorno. Poder controlar los dedos ha permitido aumentar la funcionalidad del T-HR3 para que lleve a cabo tareas mucho más precisas y delicadas.
Otro desarrollo clave es el concepto de ‘niveles de libertad’, lo que supone que el robot puede seguir funcionando incluso si alguna de sus articulaciones falla. Así, por ejemplo, si no pudiera alcanzar un objeto de frente, sí que podría acceder a él lateralmente. La forma del robot, imitando al cuerpo humano, permite que su manejo sea mucho más sencillo, sin requerir la formación técnica específica que sería necesaria para manejar un diseño mucho más complejo. También hace más sencillo que el robot pueda moverse en entornos diseñados para humanos y no para máquinas.
Robots para rehabilitación - Toyota WelWalk WW-2000
Toyota WelWalk WW-2000 es un robot que ya se comercializa para asistencia médica, en la recuperación de movilidad en pacientes afectados por parálisis de los miembros inferiores, ya sea por un accidente cerebrovascular, un traumatismo u otras causas. Es otro ejemplo más de cómo los robots son parte de la visión de Toyota: “la libertad es la movilidad para todos”.
Toyota comenzó a desarrollar robots de asistencia a la rehabilitación en 2007 colaborando con la Universidad de Salud Fujita, en Japón. Ha trabajado en la funcionalidad y facilidad de uso para dar mayor soporte a los pacientes y facilitar las tareas de los terapeutas.
El paciente utiliza la pierna robótica y un calzado especial para poder caminar sobre una cinta de andar. Su postura y pisada se muestran en la pantalla mientras camina, pudiendo hacer un seguimiento inmediato de los avances en el proceso de recuperación. La última versión permite hacer ajustes en tiempo real para ´`’dispositivo para acelerar su recuperación.
El Toyota WelWalk WW-2000 se produce en la fábrica de Motomachi, a un ritmo de 50 unidades al año, y comenzará a comercializarse en breve.
Kirobo y Kirobo Mini – Un amigo en el hogar y el espacio
Kirobo, nombre que combina las palabras japonesas ‘esperanza’ y ‘robot’, hizo historia al pasar 18 meses orbitando la tierra en la Estación Espacial Internacional en 2013. Con sólo 34 centímetros de altura, fue desarrollado por Toyota y sus socios tecnológicos para funcionar en gravedad cero, con funciones de voz, reconocimiento facial y grabación de vídeo.
La misión de Kirobo era muy específica, pero dio lugar a Kirobo Mini, una versión de tamaño reducido que cabe en la palma de la mano. La idea fue disponer de una fórmula para ofrecer compañía, que pueda reconocer a las personas, algunas de sus emociones y mantener una interacción expresando apoyo, saludos y ánimos.
Kirobo Mini ya se comercializa en Japón junto con una app para su manejo. También cumple un papel en la movilidad, lo que Toyota denomina ‘movimiento emocional’, ofreciendo a las personas nuevas experiencias que pueden generar emociones vivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.