Estudio 'in vivo' Visión y Conducción: La salud visual de los conductores catalanes y su implicación en la seguridad vial
- El 13% de los conductores presenta dificultades de visión incluso en condiciones óptimas de iluminación. El porcentaje aumenta hasta el 36,5% si hablamos de baja iluminación, lo que supone la detección tardía de informaciones relevantes para el conductor, mayor esfuerzo en la interpretación de las señales de tráfico o dificultad en la estimación de distancias o velocidad de otros vehículos.
- Ante un deslumbramiento, el 45,5% de los conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central. A partir de los 45 años el tiempo de recuperación se incrementa de manera notable.
- Este dato cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que a 120 km/h, un tiempo de recuperación de solo 5 segundos significaría recorrer 170 m sin una visión correcta.
- El estudio 'in vivo' Visión y Conducción, realizado a una muestra de 1.215 personas en Cataluña, es el de mayor dimensión con pruebas de diagnóstico a conductores en carretera del que se tiene constancia.
Más de un millón y medio de conductores catalanes presenta deficiencias en ametropía (miopía o hipermetropía) lo que dificulta que vean con nitidez señales o marcas viales, así como el cálculo correcto de distancias de seguridad, velocidad de otros vehículos y, en consecuencia, se alteran los tiempos de reacción. El 13% presenta dificultades de visión en condiciones óptimas de iluminación, porcentaje que aumenta hasta el 36,5% en situaciones de baja iluminación. Ante un deslumbramiento, el 46% de los conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central y el 26% de los conductores presenta deficiencias en campimetría (vista lateral). Estos son algunos de los resultados del macroestudio 'in vivo' realizado por Essilor, la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial) y el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de València, con la colaboración de Cepsa y avalado por el Col-legi Oficial d'Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), a 1.215 conductores en Cataluña.
Esta iniciativa, enmarcada en el acuerdo global entre Essilor, compañía líder mundial en lentes oftálmicas, y la Federación Internacional del Automóvil (FIA), para concienciar a los conductores bajo el lema "La seguridad vial empieza por una buena visión" puesta en marcha el pasado año, consiste, por un lado, en un estudio de opinión sobre hábitos, creencias y actitudes sobre la visión y conducción y, por otro, en la investigación para profundizar y conocer realmente el estado de la salud visual de los conductores catalanes a través de unas pruebas visuales específicas para la conducción, complementarias al examen visual habitual que realizan los profesionales de la visión.
En Cataluña, una de las principales causas de mortalidad y lesividad son los accidentes de tráfico. Según cifras oficiales de los últimos años, más de 36.000 personas son víctimas de accidentes de tráfico anualmente en Cataluña, de las que unas 300 mueren, siendo la mala salud visual una de sus principales causas.
Para la elaboración de este estudio, se han medido capacidades vitales para la conducción tan relevantes como la agudeza visual binocular de lejos, la sensibilidad al contraste, la capacidad de recuperación ante un deslumbramiento, la percepción cromática y el campo visual, entre otras variables, con la colaboración de Cepsa cediendo sus Estaciones de Servicio para poder desarrollar las pruebas. Se trata del estudio de mayor dimensión con pruebas de diagnóstico realizado a conductores en carreteras catalanas del que se tenga constancia.
"Con los desplazamientos por las festividades navideñas a la vuelta de la esquina, es fundamental que los conductores sean conscientes de la importancia de una buena visión al volante para la seguridad de todos, ya que el 90% de las decisiones que se toman durante la conducción vienen dadas por la visión", explica Pedro Cascales, Country VP Essilor España.
En palabras de Alfons Bielsa, presidente del Col-legi Oficial d'Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), "estamos encantados de formar parte de esta iniciativa, con la que compartimos el mismo interés por concienciar a los conductores de la importancia de revisarse la visión anualmente. Los problemas de visión son fácilmente detectables y la mayoría, corregibles, por lo que su tratamiento es fundamental para una conducción sin riesgos".
Ametropía
Una de las principales conclusiones de las pruebas realizadas es que el 38,8% de los conductores catalanes presenta deficiencias en ametropía (miopía o hipermetropía) lo que dificulta que vean con nitidez señales o marcas viales, así como el cálculo erróneo de distancias de seguridad, velocidad de otros vehículos y, en consecuencia, de los tiempos de reacción.
Agudeza visual
El 36,5% de los conductores presenta dificultades de visión en situaciones de baja iluminación. Esto afecta a su capacidad de adaptación y reacción en situaciones como el amanecer o el atardecer, además de complicar la conducción en condiciones climatológicas adversas. Es importante destacar también que la conducción nocturna con mala visión es un claro riesgo ya que reduce la agudeza visual en un 70% y la captación de la profundidad puede llegar a ser 7 veces menor.
Según el profesor Luis Montoro, presidente de Fesvial y Catedrático de Seguridad Vial de la Universitat de València, afirma que "los accidentes de tráfico nocturnos son los que registran una letalidad más elevada y el 27,5% de los siniestros en carretera se produce en condiciones de iluminación insuficiente. Sin duda, la conducción nocturna con mala visión es un claro riesgo, ya que reduce la agudeza visual en un 70% y la captación de la profundidad puede llegar a ser 7 veces menor".
En condiciones óptimas de iluminación, el 13% también tendría dificultades, lo que supone la detección tardía de estímulos, mayor esfuerzo en la interpretación de las señales de tráfico o dificultad en la estimación de distancias o velocidad de otros vehículos.
Deslumbramiento
En el caso de deslumbramiento por otro vehículo, la capacidad de recuperación es clave. En la realización de esta prueba, se comprobó que el 45,5% de los conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central tras un deslumbramiento. Los conductores profesionales, por su parte, muestran un tiempo medio de recuperación menor que los conductores no profesionales. El tema del deslumbramiento cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que a 120 km/h, un tiempo de recuperación de solo 5 segundos, significaría recorrer 170 m sin una visión correcta. El profesor Montoro comenta en este punto que "las primeras horas de la mañana o de la tarde, la conducción nocturna en carreteras de doble sentido, las entradas y salidas de túneles o situaciones en las que el cambio de iluminación es brusco pueden dejar nuestra visión bloqueada durante un tiempo con los consiguientes riesgos para nuestra seguridad y la de los demás".
Campimetría
Analizando la campimetría, extensión del campo visual del ojo, desde los 45° a los 100 °, el 26% de los conductores presenta deficiencias, lo que supone dificultades para gestionar situaciones de tráfico como intersecciones, cambios de carril o adelantamientos. Los problemas en campimetría tienen mucho que ver en los atropellos a peatones (la mayoría por irrupción lateral), entorpece la visión de los retrovisores, incrementa el ángulo muerto y dificulta el campo visual conforme aumenta la velocidad. Respecto a este problema, el profesor Montoro comenta que "hay una importante disminución natural de la amplitud del campo visual a altas velocidades debido al efecto túnel (a 65 km/h el campo visual es de 70°; a 100 km/h es de 42°; a 130 km/h se reduce a 30°). Si a esto se le unen problemas de campimetría en el conductor, el riesgo de accidente se multiplica".
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