La jornada forma parte del programa europeo PIN Talk y ha sido
organizada por la Dirección General de Tráfico, el Consejo Europeo de Seguridad
en el Transporte (ETSC) y la Fundación MAPFRE.
Las furgonetas representan el 7% del total del parque de
vehículos, pero suponen el 13% de los fallecidos.
Se han analizado buenas prácticas relacionadas con la seguridad
de los vehículos, la formación o la distribución de mercancías.
El
director general de Tráfico, Pere Navarro ha inaugurado la Jornada “Riesgo vial
de las furgonetas: conducir los últimos kilómetros de forma segura”, una
jornada organizada por la DGT en colaboración con la Fundación Mapfre y por el
ETSC (European Transport Safety Council).
La cita ha congregado a un
centenar de expertos, nacionales e internacionales, de la Administración, del
mundo empresarial, de centros de investigación y de ONGs que han debatido sobre
cómo mejorar la seguridad vial para los conductores de furgoneta y cómo el
transporte de carga ligera impacta en la seguridad vial, sobre todo en las
ciudades.
Pero Navarro, ha manifestado
que las furgonetas son un tipo de vehículo, que por sus propias características
(su conducción no requiere un permiso de conducción especial, es un vehículo
dedicado principalmente al ámbito laboral…) han sido los grandes olvidados de
la seguridad vial. Pero es cierto, ha añadido, que en los últimos años ha
aumentado su presencia en las carreteras, sobre todo en las ciudades donde se
encargan de la entrega del producto en la
última milla.
En nuestro país hay 2,4
millones de furgonetas que representan el 7% del total del parque de vehículos,
pero que suponen el 11% de los accidentes con víctimas, en los que se
produjeron el 13% de los fallecidos. Desde 2012, las matriculaciones de
furgonetas se han duplicado, pasando de las 54.700 que se produjeron en 2012 a
las 128.300 que tuvieron lugar el año pasado.
Los accidentes con víctimas en
las que están implicadas furgonetas es más elevado en las ciudades, pero donde
mayor número de víctimas mortales se producen es en las vías interurbanas.
Destaca además, que de los 10.844 accidentes con víctimas en los que estuvieron
implicadas furgonetas, de las 234 personas fallecidas, 153 eran ocupantes de
otros vehículos o peatones implicados en dichos accidentes.
Por su parte, Julio Domingo
Soto, director general de la Fundación Mapfre ha recordado que en el último
informe que realizó la Fundación en 2016 “los conductores de furgonetas tienen
un 60 por ciento más de riesgo de sufrir un siniestro que los conductores de
turismos. Además, añadió que un conductor de furgoneta que tenga menos de 26
años tiene un riesgo de sufrir un siniestro con terceras partes implicadas que
es un 72 por ciento superior al riesgo al que está expuesto un conductor mayor
de 30 años”.
Por último, Soto incidió en el
riesgo que supone el uso de vehículos de movilidad personal para el reparto de
pequeñas mercancías, actividad que supone un riesgo tanto para el conductor del
VMP como para el resto de usuarios, llegando a generar problemas de
convivencia.
Antonio Avenoso, director del
ETSC, ha recordado que en 2018 fallecieron 25.000 personas en accidente de
tráfico en la Unión Europea, una cifra que sigue descendiendo, pero que está
muy lejos del objetivo de reducir en un 50% los fallecidos en el periodo
2010-2020. Concretamente en estos 8 años, la reducción media de victimas
mortales en la Unión Europea ha sido de un 21%.
En lo que a furgonetas se refiere,
Avenoso ha señalado que 3.200 personas fallecieron en la Unión Europea en
accidentes con furgonetas. Además, ha añadido que algunos factores que deben
tenerse en cuenta son el crecimiento del comercio on-line que tiene como
consecuencia un aumento de entregas a domicilio; el incremento de entregas
nocturnas, sobre todo las relacionadas con la restauración; las restricciones
que muchos de estos vehículos están teniendo de acceso a los centros de las
ciudades por temas medioambientales o la falta de regulación en la que se
encuentran, en comparación con los camiones (permiso especial, límites máximos
de velocidad, tiempos de conducción y descanso…).
El director del Observatorio
Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, ha completado la radiografía de la
siniestralidad de este tipo de vehículos, incidiendo en que la conducción
distraída es el primer factor concurrente en los accidentes con víctimas en los
que está implicada una furgoneta, que un 23% de los ocupantes fallecidos de
estos vehículos en vías interurbanas no utilizaban el cinturón de seguridad en
el momento del accidente o que en el 10% de las furgonetas implicadas en los
accidentes mortales en vías interurbanas tenían la inspección técnica caducada.
Debido al crecimiento del
comercio electrónico y por ende al reparto de mercancías, la jornada ha
dedicado una de las mesas de debate a cómo mejorar la seguridad de los
conductores de furgonetas.
Francisco Aranda, presidente
de la Organización Empresarial de Logística y Transporte UNO ha destacado lo
importante que es la formación y la prevención de riesgos laborales en la
seguridad vial de los conductores de furgonetas. Además, ha presentado el
Decálogo de UNO para la Distribución Urbana de Mercancías y el E-commerce.
William Garbutt, director de
la empresa de transporte de agua y gas natural Ervia, de Irlanda, ha dado a
conocer las principales políticas de su empresa en materia de seguridad vial de
las furgonetas. Entre ellas, mantenimiento e inspecciones de los vehículos,
equipamiento de seguridad de los vehículos (incluidos sistemas de medida de la
velocidad), sujeción de la carga o formación de conductores.
La última parte de la Jornada
se ha centrado en el impacto que tiene el transporte ligero de mercancías
en la seguridad vial de las ciudades,
donde todos los días miles de furgonetas entran a las ciudades para proveer de
productos a otras empresas o a particulares.
Deirdre Sinnott, directora de
Salud y Seguridad de Irlanda ha realizado un recorrido sobre los aspectos que
afectan a la movilidad de las furgonetas y sus conductores destacando la
imprescindible colaboración público-privada para llegar a soluciones que
reduzcan la siniestralidad vial de este tipo de vehículos.
Sinnott ha hecho mención al
enfoque de sistema seguro para que tanto los empresarios como los trabajadores
y responsables políticos adopten medidas concretas, como el rediseño de las
ciudades creando infraestructuras amigables para las furgonetas, la creación de
los puntos de recogida de paquetes en las ciudades o una mejor equipamiento de
sistemas de ayuda a la conducción en las flotas de furgonetas.
El punto de vista más local,
lo ha aportado Juan Azcárate, representante del área de Medioambiental y de
Movilidad del Ayuntamiento de Madrid quien ha puesto en valor, la importancia
de los datos para la posterior toma de decisiones. Azcárate ha mostrado datos
recogidos por el Ayuntamiento de la capital, referidos a entradas y salidas de
vehículos ligeros y pesados en Madrid Central de enero a junio de este año.
También ha dado a conocer
ejemplos de buenas prácticas de empresas que se dedican a la distribución de
mercancías por la ciudad y ha reclamado que la distribución de mercancías sea
incluida en los planes de movilidad y en las ordenanzas municipales, “ya que
las calles son lugares de tránsito, pero también de trabajo” ha señalado.
La jornada ha sido clausurada
por Pere Navarro quien ha concluido agradeciendo a los ponentes y asistentes
las intervenciones realizadas, el debate que se ha generado y llamando la
atención, de que estamos ante un sector, como es el de la logística y la
distribución, que genera el 5,5% del PIB y al que tenemos que atender e incluir
en los planes de movilidad, si queremos que nuestras ciudades sean seguras,
competitivas y atraigan talento e inversiones.
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