Generar confianza sin ocultar los defectos del vehículo en
las fotos, y ser cuidadoso y metódico con la documentación.
La mecánica es esencial. Se
recomienda hacer una revisión completa en un taller de confianza, ya que le da
al posible comprador un extra de confianza en el vehículo. "En este punto
conviene tener en cuenta sobre todo las partes por las que el coche puede
sufrir pérdidas de aceite, así como el estado de los neumáticos ya que para los
compradores de vehículos de ocasión es importante y habitual solicitar una
prueba del coche", señala Marcel Blanes, responsable de relaciones
institucionales de coches.net. "Si arreglarlo es caro siempre se puede
optar por ajustar el precio o hacer una rebaja al posible comprador",
concluye.
Documentar todo. Es importante
ser cuidadoso y ordenado con la documentación. Bien con el libro de garantías
sellado en servicio oficial o bien con las facturas que demuestran todas las
revisiones que se le han realizado y con las que se puede acreditar que se ha
hecho un correcto mantenimiento al vehículo. "Demostrando un estado
cuidado, kilómetros certificados y un historial de mantenimiento transparente
se le puede dar al coche un mayor valor", afirma Blanes. Por último, no se
debe olvidar tener el informe de la ITV y el recibo de estar al corriente en el
pago del impuesto de circulación.
Limpieza. Antes de llegar al
último paso de hacer las fotos es importante lavar el vehículo, tanto por
dentro como por fuera, y aprovechar para vaciarlo de trastos innecesarios.
Tampoco está de más dedicar un tiempo a limpiar la zona del motor, pero con
cuidado de que el agua no provoque daños en el sistema eléctrico.También causa
muy buena impresión sustituir unas alfombrillas viejas y estropeadas por otras
nuevas. Además, unas llantas pulidas ayudan a que el coche entre mejor por la
vista.
Buenas fotos. Se recomienda
buscar un espacio amplio, diáfano y tranquilo como un parking comercial fuera
del horario de comercio para que haya buena iluminación. Las imágenes tienen
que demostrar el estado real en el que se encuentra la carrocería. Son importantes
las fotos laterales, fotos tipo tres cuartos frontal y trasera y sobre todo en
las que el coche ocupe el 90% del espacio.
También "es importante
hacer fotos de los detalles que se considere que no están en buen estado. Si
tiene golpes o arañazos está bien mostrarlos en el anuncio, así aporta
confianza al potencial comprador, admitiendo los defectos del propio
vehículo", afirma Blanes. Además, hay que evitar hacer fotos en la calle
con otros coches ya que tu coche tiene que ser el protagonista.
Para las fotos del interior
del habitáculo, no puede faltar la foto del cuadro de kilometraje, así como de
los asientos, del estado del tapizado, del maletero, el motor o el libro de
mantenimiento sellado junto a los manuales y las llaves.
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