domingo, 2 de septiembre de 2018

LOS COCHES SERÁN MÁS CAROS: LA NUEVA NORMA DE EMISIONES SUBE EL PRECIO DE ESTOS 200 MODELOS EN SEPTIEMBRE

  • La nueva medición de emisiones elevará el Impuesto de Matriculación un 5%

  • Desde el 1 de septiembre los test antihumo se harán también en la carretera.




La demonización, en algunos casos persecución, por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, hacia el gasóleo, con presuntas razones medioambientales, está empezando a sacudir un mercado al que ha costado muchos esfuerzos salir de la crisis, y que llevaba varios cursos encadenando récords de ventas, con la perspectiva en el horizonte de, al menos, recuperar las cifras de producción y facturación que se alcanzaron antes de la crisis.

Así, la semana pasada empezaron a hacerse públicas las consecuencias que puede acarrear el brutal descenso de las ventas de vehículos propulsados por diésel en nuestro país. Y es que España es el país donde más han caído las ventas de vehículos de gasóleo en los últimos ejercicios. De hecho, en este mismo año 2018, el diésel ha perdido otro 10% porcentual de las ventas totales de vehículos en España, pasando del 48,4% con el que se cerró 2017 a un 38,4% en los seis primeros meses de 2017. En esto sí que somos líderes europeos.


Estas cifras ya afectan al mercado laboral de una de las principales industrias de nuestro país pues, por ejemplo, Volkswagen, ante la falta de nuevas motorizaciones que cumplan con las mediciones de emisiones que entrarán en vigor el próximo mes, ha anunciado el cierre de sus actividades durante ocho días en su factoría de Landaben (Navarra), con la consiguiente pérdida de empleo y sueldo para sus trabajadores durante el periodo que dure el ERTE.

Seat también contempla realizar ajustes de producción en su planta de Martorell (Barcelona), la principal factoría automovilística de España, que emplea a casi 12.000 personas y que en 2017 ensambló 456.070 vehículos de la marca Seat (Ibiza y León) y Audi (Q3).

La demonización del diésel no tiene mucho sentido: en 2017 crecieron las emisiones de CO2 pese a comprarse menos diésel
Y es que ya lo dijo hace unos días la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera: "El diésel tiene los días contados". A partir de estas palabras, se han disparado las alarmas y los rumores, que susurran que el Gobierno podría plantearse una subida de los impuestos al diésel, una medida que supondría una puñalada al corazón del gasóleo, el combustible que lleva siendo el preferido por los españoles durante décadas.

Y es que la demonización del diésel no tiene mucho sentido al conocerse que en 2017 las emisiones medias de CO2 de los vehículos matriculados en España aumentaron por primera vez en 10 años, paralelamente a la inversión de la tendencia de ventas del mercado, en el que los gasolina han ganado terreno a los diésel.

Pero todo esto es a nivel teórico. A nivel práctico tenemos aquí ya, aquí mismo, una medida que va a encarecer el precio de un buen número de coches a partir del 1 de septiembre, sean gasolina o diésel. Desde ese día entra en vigor con carácter obligatorio el nuevo procedimiento europeo de medición de las emisiones de CO2 de los vehículos que se matriculen a partir de esa fecha.

Se denomina WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedures, procedimientos de pruebas de vehículos ligeros coordinados a nivel mundial, según sus siglas en inglés), y consiste en unas pruebas mucho más realistas y fidedignas para medir las emisiones que las que se realizaban con el hace mucho tiempo desfasado NEDC (Nuevo ciclo de conducción europeo, según sus siglas en inglés), que desde 1990 se encargaba de estos test, solo en laboratorio, con los coches en parado y en condiciones ideales para arrojar unos datos muy verdes en emisión del dañino dióxido de carbono, gas directamente vinculado con el calentamiento global.

El problema es que en España el Impuesto de Matriculación de los vehículos nuevos está relacionado con el nivel de emisiones de los vehículos, una medida encaminada a animar a los fabricantes a investigar y desarrollar motores que emitan menos CO2, con una regulación que graba dicha tasa en mayor medida según se van superando ciertas barreras.

Así, los coches que antes demostraban en los test NEDC que emitían menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido estaban exentos del Impuesto de Matriculación. Los que emitían entre 121 y 160 gramos de CO2 estaban obligados a grabar el precio del coche antes de impuestos con un 4,75%. Los que emitían entre 161 y 199 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido eran penalizados con un 9,75%. Y los que más se les subían los humos, a partir de 200 gramos por kilómetro, tenían que pagar un 14,75%.

Así ha evolucionado en las últimas tres décadas el control de emisiones de los coches
Así ha evolucionado en las últimas tres décadas el control de emisiones de los coches

Eso era así antes... y en teoría va a seguir siendo igual. Lo que sí van a cambiar son las cifras de emisiones. El WLTC realiza varias pruebas a los coches, tanto en laboratorio como sobre asfalto, en la práctica, un procedimiento mucho más lógico si lo que queremos es saber la cifra real de emisiones, y no las que, al más puro idílico nivel, nos quieren presentar las marcas para, principalmente, ahorrarse el grabar el Impuesto de Matriculación en el precio final del vehículo y, de esta forma, ofrecer modelos más baratos.

Se da la curiosa circunstancia de que, en estos últimos cuatro días del mes de agosto, un gran número de modelos de los que está compuesto el mercado del automóvil en estos momentos, serán más baratos que a partir del sábado 1 de septiembre de 2018.

Por ello, hemos querido elaborar un listado con el mínimo y el máximo de euros que se pueden encarecer algunas versiones de casi la totalidad de los modelos de coches nuevos disponibles a día de hoy.

Aunque todavía no se han hecho públicas las nuevas emisiones de gases que va a arrojar el WLTP se calcula que pueden aumentar sobre un 10% dichas cifras. Por ello, los modelos que estuvieran rozando la frontera de los distintos tramos del impuesto (recordemos, 120, 160 y 200 gramos de CO2 por kilómetro recorrido), pasarán pantalla y tendrán, o bien que empezar a pagar dicha tasa, o sufrir un 5% de incremento en lo que ya pagaban (del 4,75 al 9,75%, y del 9,75 al 14,75%).

El sector, a través de varias de sus asociaciones y patronales, ha pedido al Gobierno que, o bien eleve los tramos para que estas nuevas mediciones no afecten, o rebaje los tramos actuales. El Ejecutivo se lo está pensando, pero de momento el proceso va a arrancar el 1 de septiembre sin cambios.

Y es que se calcula que el nuevo protocolo de medición de emisiones contaminantes le va a suponer al Gobierno unos ingresos extra anuales de unos 300 millones de euros, ya que se verán afectados unos 800.000 vehículos, de los aproximadamente 1,4 millones de coches que se prevé se venderán en los próximos doce meses. Habrá que estar atentos a las próximas semanas en este nuevo frente que se le abre a un sector que no gana para sustos. 

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