LA ROTONDA

LAS REGLAS DEL JUEGO

¿Tan difícil es respetar las normas? Hay quien piensa que están creadas para romperlas. La mayoría para respetarlas. La anarquía o ausencia de normas, derivaría una sociedad cualquiera en un desastre, como muchas veces la historia nos ha dejado ver.

Vivir en sociedad, significa que tenemos que tirar a veces de las riendas de nuestros desbocados deseos en beneficio de los demás, que ─por cierto─ también tienen sus derechos.

Hoy en día cada uno suelta sus riendas dependiendo de sus propios intereses, olvidándose de un planeta habitado por 7.500 millones de personas, sin contar otros seres vivos que forman parte de nuestra vida y nuestro entorno.

Solo hay que asomarse a los medios de comunicación para darse cuenta que nos llevamos toda la vida anteponiendo nuestras ideas, ya sean políticas, religiosas, comerciales, sociales, en definitiva, a las de los demás. Creamos polémicas culturales, dialécticas, e incluso solo por el poder y la ambición en pleno siglo XXI el ser humano provoca guerras, sin tener en cuenta el daño que provoca en la población de ese lugar y del mundo entero. Mientras unos sufren, otros viven de las inmundicias de los demás a cuerpo de rey o de presidente.

Por eso, las normas están para RESPETARLAS, el raciocinio debe de imperar entre todos los seres humanos.

La seguridad vial es un fiel reflejo de lo que pasa a nuestro alrededor, de la falta de respeto a las normas, de la impaciencia, incluso ─a veces─ del desconocimiento. Los malos modos, exabruptos, los gestos y hasta la desproporción hacen que conductores, peatones y todos los actores que viven en una sociedad se comporten fuera de lugar, porque son incapaces de aceptar las REGLAS DEL JUEGO.

Un carril bici es de todo menos para lo que está preconcebido, los peatones pasean por este carril obstruyendo constantemente la circulación del ciclista, es verdad, que en muchas ocasiones el culpable es aquella persona que ha realizado ese trazado imposible, donde a los peatones solo les queda manejarse como Spiderman para andar por las paredes por la ausencia de acera. Pero también es verdad, que la mayoría de las veces vamos hablando por el móvil o distraídos, sin tener en cuenta los derechos de los ciclistas poniendo en peligro nuestra integridad física y la de los ciclistas. Si le damos la vuelta a la tortilla, observamos continuamente como los ciclistas, existiendo un carril bici, circulan desproporcionadamente por el lugar destinado a los peatones, las aceras. Y digo con desproporción por la velocidad a la que van por las aceras, sin avisar y sin guardar una distancia de seguridad ─tanto como exigen ellos en carretera con los vehículos-.

·       Cuando un conductor de bicicleta quiere atravesar un paso de peatones, debe recordar que la prioridad es para los peatones.

·       Los ciclistas no pueden circular por las aceras, según la Ley de Tráfico, aunque algunas ordenanzas municipales lo permitan. Solo pueden circular por aquellas aceras que estén habilitadas como las de uso compartido con un carril  bici y otro para peatones.

Por el contrario, en caso de colisión entre peatón y bicicleta, es el primero el que sale más perjudicado. Por eso, las normas de convivencia deben ser respetadas por todos. Así, reduciremos el riesgo. En las ciudades cada vez es más frecuente la presencia de bicicletas. Es un medio de transporte económico, rápido en distancias cortas y, con atascos, se aparca bien, no contamina y, además, te permite mantenerte en forma físicamente.

Al final, todo se reduce al respeto de las normas. Esas son las REGLAS DEL JUEGO, si hacemos caso a las normas que nos hemos impuesto entre todos, en política, religión, o incluso en una Comunidad de vecinos, o si me apuran en una familia, podremos vivir en paz y la convivencia entre todos será más factible.

Las normas no están para romperlas, están para cambiarlas entre todos, se trata de evolucionar llegando a propugnar aquellas reglas que nos convenga en un momento determinado. “El interés de la mayoría en una sociedad estará siempre por encima del de la minoría”

Para todos, mi respeto y afecto.

Pepe Bejarano

todomotorsevilla@gmail.com