El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, celebra el acuerdo, calificándolo de “alianza ejemplar”
Está previsto trabajar en las
áreas de ensamblaje, logística y mantenimiento
El anuncio tuvo lugar durante
la feria de tecnología “South by Southwest” en Austin, Texas (EE.UU.)
La Fábrica de Cristal de
Volkswagen y la startup con sede en Dresde Wandelbots han formalizado una nueva
joint venture en el ámbito de la colaboración humano-robot (HRC). Así se ha
anunciado en la feria de tecnología “South by Southwest”, en Austin, Texas
(EE.UU.). Tiene por objetivo establecer y operar un innovador banco de pruebas
en la Fábrica de Cristal, con la finalidad de poner a prueba nuevas aplicaciones
HRC en ensamblaje final de vehículos para prepararlas para la producción en
serie. El plan es el siguiente: formar de forma eficiente a los robots
industriales usando una innovadora chaqueta de sensores equipada con sensores y
actuadores. Las actividades en Dresde cubrirán el ensamblaje, la logística y el
mantenimiento de la producción del Golf eléctrico de Volkswagen.
Esta joven startup, nacida en
el TU Dresden, considera que la alianza con Volkswagen es "un gran paso
hacia adelante". "Por primera vez, tenemos la oportunidad de poner a
prueba nuestro producto con un gran socio industrial", dijo Christian
Piechnick, fundador y director Gerente de Wandelbots, durante la conferencia en
EE.UU. "A partir de esta asociación, Volkswagen espera poner en marcha
proyectos de automatización con aplicaciones industriales más rápidamente, y a
un coste significativamente menor", dijo Marco Weiss, director de Nueva
Movilidad e Innovaciones de la Fábrica de Cristal y establecido en Austin.
El primer ministro de Sajonia,
Michael Kretschmer, celebró la nueva alianza. "Estamos muy satisfechos con
esta asociación pionera. Demuestra como el puntero I+D sajón puede aplicarse a
nivel industrial - es un colaboración ejemplar".
El Estado de Sajonia ha
apoyado a Wandelbots a través del Smart Systems Hub de Dresde y con la campaña
regional "So geht sächsisch" - que traducido significa, más o menos,
"así se hacen las cosas en Sajonia". Parte de la campaña implicó
presentar en Texas startups innovadoras y embajadores como Eric Weber de
SpinLab, con sede en Leipzig, con el objetivo de promover Sajonia como centro
industrial, así como su protagonismo en el ámbito de la digitalización.
"Con sus sistemas de financiación, nuestro estado ofrece las condiciones
ideales para emprendedores", dijo Kretschmer. "Con una industria
asentada en la tradición, una fuerte representación del famoso Mittelstand
alemán, liderazgo en I+D y un entorno dinámico para startups y emprendedores,
la región sigue produciendo nuevo talento sin parar". Añadió que seguirían
haciendo esfuerzos para unir a las startups y la industria con el objetivo de
atraer creadores de valor a Sajonia.
Dresde, la capital del estado,
también apoya a los jóvenes emprendedores. "Dresde es un centro de
innovación digital líder en tecnologías del Internet de las Cosas (IoT, por sus
siglas en inglés). Ninguna otra región en Europa ofrece un conocimiento local
tan amplio en el campo de los semiconductores, el software y la conectividad.
Para facilitar el éxito de nuevos productos y tecnologías nosotros, como
ciudad, aportamos apoyo financiero a proyectos innovadores y startups. Así es
como hemos apoyado a Wandelbots, que ha logrado avances en la digitalización de
la producción con tecnología de automatización digital y ha mostrado como el
ser humano y la máquina pueden trabajar conjuntamente en el futuro", dijo
el Dr. Robert Franke, responsable de Desarrollo Económico de la Capital Estatal
de Dresde, en declaraciones a los medios en Texas.
Wandelbots está
trabajando en un producto que permite programar con rapidez los robots
industriales con la ayuda de ropa inteligente. Varias prendas de vestir son
equipadas con diversos sensores y actuadores. Los sensores detectan movimientos
humanos en tiempo real, mientras que los actuadores proporcionan una respuesta
háptica. Los datos de los sensores se transmiten de forma inalámbrica al
programa de software, que controla el robot basándose en los datos de
movimiento. "Esto permite enseñar a un robot una tarea claramente definida
a través del ejemplo y la imitación", explicó Christian Piechnick. Según
Piechnick, el software que se ejecuta en segundo plano fue capaz de generar un
proceso de automatización a partir de los datos de varias sesiones de formación,
y los robots también se mostraron capaces de adaptarse de forma independiente a
las necesidades de sus colegas humanos.
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