Según ha explicado Polymaker, el desarrollo del LSEV, ha corrido a cargo de la empresa italiana X Elesctrical Vehicle (XEV) teniendo en cuenta que debía ser producido siguiendo este método. De esta forma, si un vehículo al uso está formado por más de 2 mil piezas, el LSEV sólo cuenta con 57, reduciendo su proceso productivo a tan sólo 3 horas. Además, una de sus ventajas es que se puede adaptar fácilmente la cadencia de producción a la demanda real, personalizar un vehículo a gusto del cliente o incluso subsanar un fallo en la misma impresora.
Para su desarrollo, los ingenieros de X Electrical Vehicle (XEV) han tardado entre 3 y 12 meses. Según ellos, si el proceso de diseño y desarrollo de un modelo convencional oscila entre los 3 y 5 años, con el sistema seguido para crear LSEV, se acortan los plazos sensiblemente. Gracias a ello, además de conllevar un menor coste para la marca, se pueden probar innovaciones técnicas a un menor riesgo.
Los detalles técnicos más importantes del LSEV no han sido desvelados por Polymaker, aunque si sabemos que está dotado de una mecánica eléctrica (de potencia aún desconocida) que le permite alcanzar una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora. Además, su paquete de baterías (de capacidad energética aún por confirmar), le permitirá una autonomía entre recargas de unos 150 kilómetros.
Las únicas piezas que no serán fabricadas mediante impresora 3D son su chasis, ventanillas y asientos. Sin embargo, estos elementos no serán un problema para la tara del LSEV, pues según ha comunicado Polymaker, el peso final en báscula se situará en unos discretos 450 kilos. Gracias a ello, su coste productivo será un 70 por ciento inferior que el de sus principales rivales, haciendo que su precio de venta también sea de derribo, pues está fijado en unos 8 mil euros.
Con todo, Polymaker asegura que ya cuenta con más de 7 mil pedidos en firme del LSEV. Por ello, para dar a conocer al mundo entero este avanzado modelo, estarán presentes en el Beijing Motor Show que se celebrará el próximo mes. Por ahora, ya hay una unidad expuesta en el Museo Cultural de Impresión 3D que está situado en la ciudad china de Shanghai.
Su llegada al mercado está prevista para mediados de 2019, aunque se desconoce en qué países, además de en China, estará disponible.
Fuente: Polimaker. José Antonio Martínez/Actualidad del Motor
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